Análisis productivo del cultivo de la soya (Glycine max (L.) Merrill) en Venezuela entre 2001-2010
Palabras clave:
Análisis productivo, cultivo, soya, Glycine max (L.) MerrillResumen
Analizar el comportamiento de un cultivo durante los últimos diez años, específicamente durante el período 2001-2010, amerita considerar el pasado y el presente del mismo, además, sus perspectivas y potencialidades pueden estar íntimamente ligados a su historia. Por consiguiente, en esta introducción se enmarcará la historia de la soya y en porvenir dentro de la agricultura venezolana.
El pasado de la soya en Venezuela ha estado lleno de incertidumbre. En un principio, no se pudo escapar a su necesidad, ya que es la principal fuente de aceites comestibles del mundo y durante los últimos años se ha estado importando más de un millón de toneladas de soya, principalmente en forma de harina desgrasada como concentrado proteico para la elaboración de alimentos balanceados para animales y como aceite comestible; y una pequeña proporción se ha importado en forma de grano para su industrialización en el país. A pesar de esta importancia del grano de soya para la alimentación, en el pasado su cultivo en Venezuela estuvo caracterizado por la siembra de una limitada superficie, además de una gran desilusión de los valientes productores que se embarcaron en estos programas sin el compromiso industrial para la recepción del grano y con la vaguedad del sector oficial en cuanto al precio del producto. Sin embargo, se realizaron programas comerciales en pequeña y mediana escala, se aprendió a manejar este cultivo y se realizaron investigaciones para desarrollar y evaluar genotipos de buen comportamiento en las áreas agrícolas del país.
El presente de la soya en el país, a pesar de haber ocurrido un incremento en las áreas sembradas, es deprimente, ya que se han planteado programas para incrementar su producción que no han tenido el éxito esperado; quizás por no tomar en cuenta el pasado, por no creer en nuestro conocimiento y basar dichos programas en tecnología extranjera que quiere imponerse sin evaluación previa.
En otras oportunidades, por tener al frente de estos programas a personas que no conocen el cultivo, en ocasiones a extranjeros que no conocen nuestro medio rural y mucho menos las características de nuestros productores. Esto ha contribuido al fracaso de estos programas que han tenido un costo enorme sin retribución alguna.
El futuro del cultivo de la soya en Venezuela, al igual que el de la mayoría de los cultivos que se pueden producir en el país, va a depender mucho de las políticas agrícolas que se implementen. Si realmente queremos lograr una sobe-ranía alimentaria, debemos dedicarnos a la producción agrícola organizada, prio-rizada, en la cual el cultivo de la soya debe tener una posición preponderante. La producción de este grano en el país debe servir para disminuir sustancialmente la importación de alimentos (aceites comestibles y concentrados proteicos) y para incrementar la producción agrícola interna, para aumentar significativamente y productivamente la ocupación de la gente del campo y para mejorar la fertilidad de nuestros suelos al incorporarles nitrógeno en forma natural, entre otros be neficios increíbles.
No debemos permitir que nuestra riqueza petrolera y nuestra economía rentista sirvan de base para alimentar la flojera y la incuria en nuestros campos agrícolas, que aún permenecen productivos, gracias entre otras cosas, al tesón de nuestros agricultores.
En este trabajo, que ha sido preparado a solicitud del Comité Organizador para la celebración de los 75 años de la fundación de nuestra querida Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, se presenta un análisis somero de la situación actual del cultivo de la soya en Venezuela y algunas consideraciones para su necesario crecimiento, dado el déficit que tiene el país en el suministro de concentrados proteicos para la alimentación animal. Buena parte de la información que aquí se presenta está basada en el contenido del libro “El cultivo de la soya en Venezuela” por Solórzano, Muñoz y Gamboa (2005), el cual se recomienda revisar para ampliar significativamente el conocimiento en relación a este interesante rubro.