DE CÓMO ME HICE NARRADORA ORAL Y CÓMO VIVO EN CADA INTENTO

Autores/as

  • Isabel Zerpa "Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela"

Resumen

A Isabel Teresa, por los Sueños de la Virgen, y aCarlos Alberto, por los Cuentos de Caminos“Tía Pilar y Tía Marta se encontraron una tarde, varios años, hijos yhombres después de terminar la escuela primaria. Y se pusieron aconversar como si el día anterior les hubieran dado el último diploma deniñas aplicadas.La misma gente les había transmitido las mismas manías, el mismo valor,los mismos miedos. Cada una a su modo había hecho con todo eso algodistinto. Las dos de solo verse, descubrieron el tamaño de su valor y lacalidad de sus manías, dieron todo eso por sabido y entraron a contarse loque habían hecho con sus miedos.La tía Pilar tenía los mismos ojos transparentes con que miraba el mundoa los once años, pero la tía Marta encontró en ellos el ímpetu que durahasta la muerte en la mirada de quienes han pasado por un montón de líosy no se han detenido a llorar una pena, sin buscarle remedio.Pensó que su amiga era preciosa y se lo dijo. Se lo dijo por si no lo habíaoído suficiente, por las veces en que lo había dudado y porque era cierto.Después se acomodó en el sillón, agradecida porque las mujeres tienen elprivilegio de elogiarse sin escandalizar. Le provocaba una ternura deldiablo, aquella mujer con tres niños y dos maridos que había convertido sucocina en empresa para liberarse de los maridos y quedarse con los niños,aquella señora de casi cuarenta años que ella no podía dejar de ver comouna niña de doce: su amiga Pilar Cid–¿Todavía operan lagartijas tus hermanos?– preguntó Marta Weber. Sehabía dedicado a cantar. Tenía una voz irónica y ardiente con la que sehizo de fama en la radio y de dolores en la cabeza. Cantar había sidosiempre su descanso y su juego. Cuando lo convirtió en trabajo, empezó adolerle todo.Se lo contó a su amiga Pilar. Le contó también cuánto quería un señor ycuánto quería a otro, cuánto a sus hijos, cuánto a su destino.Entonces la tía Pilar miró su pelo en desorden, sus ojos reciénasombrados, y le hizo un cariño en la cabeza: No tienes idea del bien queme haces. Temí que me abrumaras con el júbilo del poder y la gloria. ¿Teimaginas?. Lo aburrido que hubiera sido.Se abrazaron. Tía Marta sintió el olor de los doce años entre su cuerpo”

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Biografía del autor/a

Isabel Zerpa, "Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela"

"Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela"

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INFORMES, EXPERIENCIAS Y ENSAYOS