Hemosuccus pancreaticus: rara asociación entre pancreatitis aguda, alcoholismo y lesiones vasculares en la circulación esplácnica
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Abstract
La pancreatitis aguda o crónica puede resultar en lesiones del conducto pancreático, además, la corrosión por el jugo pancreático puede provocar la ruptura de la pared vascular periférica, lo que conduce a hemosuccus pancreático (HP) definido como el sangrado del conducto pancreático a través de la ampolla de Vater. El sangrado suele ser intermitente, repetitivo y, a menudo, no lo suficientemente grave, como para causar inestabilidad hemodinámica. La mayoría de los pacientes tiene antecedentes de enfermedades pancreáticas originales y cuando esto no se cumple, debe incluirse en el diagnóstico diferencial para alcohólicos crónicos con hemorragia digestiva alta intermitente. Presentamos una forma clínica atípica en un paciente masculino de 55 años de edad, con antecedentes de HTA, alcoholismo y aneurisma de la aorta abdominal, quien consultó por dolor tipo cólico en abdomen superior, náuseas y vómitos; luego se asoció disminución del estado de conciencia, alternando con episodios de agitación psicomotriz y primo convulsión generalizada. Una vez ingresado, sucedieron varios episodios de melena. La tomografía abdominal mostró aumento de tamaño y densidad (unidades hounsfield de 58-61) en cabeza y cuerpo del páncreas, por lo que se realizó una angiografía abdominal con protocolo de páncreas y se evidenció doble lesión aneurismática de la arteria esplénica y la arteria gástrica. Falleció en el postoperatorio.
Acute or chronic pancreatitis can result in lesions of the pancreatic duct; in addition, corrosion by the pancreatic juice can cause the rupture of the peripheral vascular wall, which leads to pancreatic hemosuccus defined as bleeding from the pancreatic duct through the Vater ampulla. Bleeding is often intermittent, repetitive, and often not severe enough to cause hemodynamic instability. Most of the cases have a history of strictly pancreatic original diseases, when this is not the case, the PH should be included in the differential diagnosis for chronic alcoholics with intermittent upper gastrointestinal bleeding, We report here an atypical presentation in a 55-year-old male patient with a history of hypertension, alcoholism and an abdominal aortic aneurysm. He consulted for colicky abdominal pain in the upper abdomen, nausea and vomiting; subsequently he presented decreased consciousness, alternating with episodes of psychomotor agitation and generalized seizures. Once hospitalized he had several bouts of melena. The abdominal tomography showed an increase in the size and density (hounsfield units of 58-61) of the head and body of the pancreas. An abdominal angiography with a pancreas protocol was performed, which evidenced a double aneurismal lesion of the splenic and gastric arteries. The patient died after surgery.