Cromoblastomicosis en Venezuela, a 100 años de su descubrimiento./Chromoblastomycosis in Venezuela, 100 years after its discovery.

Autores/as

  • MAIGUALIDA PÉREZ BLANCO Médico Dermatólogo, Doctora en Ciencias Médicas. Área Ciencias de la Salud, Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda. Coro, Estado Falcón, Venezuela.

Palabras clave:

cromoblastomicosis, cromomicosis, Cladophialophora carrionii, Falcón, Venezuela, chromoblastomycosis, chromomycosis

Resumen

En el presente trabajo se revisan diversas contribuciones que han permitido un mejor conocimiento de la cromoblastomicosis (CBM) desde su descripción por Max W. Rudolph (1914) en Brasil y José Antonio O´Daly Serraille (1938) en Venezuela. Es una micosis reportada en todo el territorio nacional, cuya área endémica se ubica en los estados Lara, Zulia y Falcón. Cladophialophora carrionii y Fonsecaea pedrosoi son los principales agentes que la causan. Recientemente se han aislado tres nuevos agents: F. monophora, F. nubica y F. pugnacius. Estructuras morfológicamente similares a las células escleróticas se han observado en las plantas Stenocereus griseus y Mimosa púdica. Actualmente, se discute la forma de infección para adquirir CBM. El estudio histopatológico junto con métodos inmunohistoquímicos, han correlacionado las diferentes formas clínicas de CBM y la respuesta inmunitaria celular. Las pruebas intradérmicas y serológicas no han sido estandarizadas para el diagnóstico de CBM, sin embargo la técnica de ELISA ha mostrado su utilidad en estudios epidemiológicos y para la evaluación del tratamiento, proponiéndose un criterio inmunoserológico. Se establece el criterio inmunoserológico. Las técnicas moleculares generalmente se han orientado al estudio de la taxonomía y eco-epidemiología de esta enfermedad. Los antifúngicos de primera elección son Itraconazol y terbinafina en el tratamiento de CBM y posaconazol en los casos refractarios. Ajoene y 5-fluorouracilo tópicos por su alta eficacia >70% representan una opción en lesiones ≤ 2.5 cm. La CBM es catalogada por la Organización Mundial de la Salud como una de las enfermedades tropicales desatendidas y que requiere de la atención de equipos multidisciplinarios de investigación y de políticas públicas para su tratamiento y control. Abstract: In this study, we review several contributions that have allowed a better comprehension of chromoblastomycosis (CBM) since its description by Max W. Rudolph (1914) in Brazil and José Antonio O'Daly Serraille (1938) in Venezuela. This mycosis is present throughout the entire Venezuelan territory, whose endemic areaa are located in the states Lara, Zulia and Falcon. Cladophialophora carrionii and Fonsecaea pedrosoi are the main causative agents. Recently, three new agents have been isolated: F. monophora, F. nubica and F. pugnacius. Structures, morphologically similar to sclerotic cells, have been observed in the plants Stenocereus griseus and Mimosa pudica. Currently, the form of infection for acquiring CBM is in discussion. Histopathological and immunohistochemical combined studies have correlated the different clinical forms of CBM with distinct cellular immune responses. Intradermal and serological tests have not been standardized for the diagnosis of CBM, however, an ELISA technique has proved useful in epidemiological studies and in the evaluation of treatment. The immunoserological criterion has been established. Molecular procedures have generally been oriented to the study of taxonomy and ecoepidemiology of this disease. The first choice antifungals are Itraconazole and terbinafine in the treatment and posaconazole in refractory cases. Ajoene and topical 5-fluorouracil have a high efficacy (> 70%) representing an option in lesions ≤ 2.5 cm. CBM is classified by the World Health Organization as one of the neglected tropical diseases and requires the attention of multidisciplinary research teams and public policies for its treatment and control.

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