CATÁLOGO ILUSTRADO DE PLANTAS ÚTILES DE COMUNIDADES DEL SUR DEL ESTADO ARAGUA

Resumen

PRÓLOGO

La pérdida de nuestra diversidad biológica y cultural es constante. Día a día, a veces de forma imperceptible, van desapareciendo de la faz del planeta especies de plantas, animales y otros seres vivos, al igual que desaparece parte del conocimiento tradicional que de ellos, o sus usos posibles en beneficio de la humanidad, tienen las comunidades locales.

Este Catálogo es parte del esfuerzo que hacen algunas personas en nuestro país y en el mundo, para preservar tanto las especies como el conocimiento tradicional que de ellas tienen ciertas comunidades humanas.  Lamentablemente, parte de la pérdida de diversidad, es la desaparición de las propias étnias y su acervo de conocimiento sobre las plantas y sus usos, construido en un milenario proceso de interrelación con la Naturaleza. Las comunidades y su cultura desaparecen físicamente o se transforman inexorablemente bajo el empuje avasallante de la transculturización del modo social dominante. En nuestro país sucede con las naciones amerindias, pero también ocurre con comunidades criollas campesinas que han generado un conocimiento del uso de las plantas en su diario quehacer rural durante cientos de años en estrecha relación con su entorno natural. A medida que van desapareciendo los ancianos y ancianas de las comunidades se va erosionando el conocimiento tradicional, sobre todo si las nuevas generaciones no ven la importancia de mantener ese conocimiento vivo. Recordatorio de ese proceso fue la desaparición física de la Sra. Nelta Rivero, conocida cariñosamente como “La Morocha”, de la comunidad de “Pelelojo”; quien a sus 82 años había acumulado un valioso conocimiento sobre plantas medicinales; afortunadamente, parte de esa información y por ende parte de ella misma, perdurará en sus hijos y nietos, quienes también profesan ese amor por la naturaleza, así como en estas páginas.

El presente Catálogo se enmarca en el esfuerzo por hacer visible ese conocimiento a la comunidad nacional e internacional y preservarlo para las generaciones futuras. Concretamente el conocimiento que poseen las mujeres, hombres, jóvenes, niños y niñas de dos poblaciones campesinas del sur del estado Aragua: “Pelelojo” (municipio Urdaneta) y “Valle de La Cruz” (municipio San Sebastián). ¡243 taxones de plantas se incluyen en este libro!, 128 de ellas comunes a ambas comunidades, 194 utilizadas en “Pelelojo” y 181 en “Valle de La Cruz”; una cifra nada desdeñable que pone en evidencia la profunda relación que mantienen esos pobladores con su entorno natural; con el agregado esperanzador de comprobar que parte de ese conocimiento es compartido por algunos de los miembros más jóvenes de estas comunidades. Plantas con uso medicinal (58,84% del total), alimentación humana (21,39%), maderables (17,28%), ornamentales (11,93%), alimentación animal (8,64%), aromatizantes (1,23%), para artesanía (10,28%), estimulantes (3,70%), insecticidas (4,93%), para su mundo mágico-religioso, su espiritualidad (9,05%), melíferas (5,76%), pegamento (2,05%), sombra (6,99%) y venenosas (4,11%); en fin, un universo de conocimientos, de cultura, construido pieza a pieza, generación tras generación. Esto forma indudablemente parte de nuestro acervo cultural nacional y corre el riesgo de perderse por el empuje de la modernidad y las exigencias de la vida actual, vertiginosa, donde se desdeña muchas veces lo tradicional por lo moderno. 

No es nuestra intención decir que lo moderno es malo, o que todo tiempo pasado fue mejor, nada más alejado de eso; pero sí que en el conocimiento tradicional hay elementos aún desconocidos que son útiles hoy a la Humanidad o lo pueden ser mañana y que perderemos ese recurso o simplemente jamás lo descubriremos, si lo descartamos hoy y dejamos que se desvanezca. 

En este trabajo, producto de la autoría colectiva de las investigadoras, investigadores y de los miembros de las comunidades que compartieron su conocimiento, encontrará valiosa información tanto el etnobotánico, el botánico especialista, el farmacéutico, el antropólogo, como el resto de las personas alejadas de estos ámbitos pero interesadas en el conocimiento de la naturaleza y su relación ineludible con ella. Reflexionemos sobre el curioso uso de la “tiña del alcornoque” (Dendrophthora aff. elliptica) como pegamento y cataplasma para el tratamiento de contusiones, o sobre la amenaza que existe sobre ciertas especies por el uso excesivo, como en el caso del “cartán” (Centrolobium paraense) o del “granadillo” (Caesalpinia punctata), y en esta reflexión, hagamos consciente nuestra relación con la Naturaleza y nuestro impacto en ella, positivo y negativo.

Tome este Catálogo en sus manos, léalo, difúndalo y en ese proceso recuerde que tras la información contenida en sus páginas están las vivencias de unos pueblos, siglos de lucha por la vida, miles de historias y anhelos en la convivencia con la Naturaleza, a veces obstáculo y otras soporte, pero una presencia permanente, más aún en nuestro medio rural, enmarcado en un país diverso desde todo punto de vista.

                                                                                                           Pedro Torrecilla