José María Bengoa, el nuestro Elegía en ocasión de su centenario

Autores/as

  • Andrés Carmona

Palabras clave:

Personajes, Investigación, Salud Pública, Medicina Preventiva, Venezuela

Resumen

En el año 2010, en la Ciudad de Bilbao, entró el Dr. José María Bengoa al mundo de la trascendencia inmaterial. Estaba por cumplir 97 años. Allí contemplaba las verdes colinas de su ciudad natal (Figura 1), entrelazando sus visiones con la añoranza de su país de acogida, Venezuela (Figura 2). Me decía siempre que él era vasco y venezolano, venezolano y vasco, en igual medida. Esa ponderada partición del sentimiento entre dos realidades contrastantes, más que una atadura inmovilizante, fue elástico ligamento para la acción concertada de músculo y cerebro en pos del bienestar de sus conciudadanos. El descalabro de las filas republicanas lo lleva al exilio en Francia, desde donde inicia su periplo hacia Venezuela. Con perseverancia logra colocarse como Médico Rural en la Población de Sanare, Estado Lara. Esta pintoresca población, en 1938, parecía vivir todavía en el Siglo XVII. Él siempre aprovechaba toda la ayuda que podía encontrar. En Sanare reclutó a los curanderos y comadronas y a un sacamuelas con quien visitaba los caseríos a caballo (Figura 3). En una entrevista señaló (1) que “…aprovechaba las visitas a los enfermos para conversar con los curanderos locales y con las comadronas empíricas. Éstas asistían los partos, por lo que me sirvieron de gran ayuda en la vacunación infantil. Algunos médicos criticaron mi actitud. Yo les intentaba convencer de que aquella gente no tenía otro recurso médico. En mi modesta opinión, es mucho mejor morir por equivocación que por abandono”.

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Cómo citar

Carmona, A. (2021). José María Bengoa, el nuestro Elegía en ocasión de su centenario. Anales Venezolanos De Nutrición, 27(1), 9–13. Recuperado a partir de http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_avn/article/view/22742

Número

Sección

Conferencias