
Artículo
Original
Experiencias
y significados de la gestión humanizada en
odontología
especializada: bases para un modelo integral
Experiences
and meanings of humanized management in
specialized
dentistry: bases for a comprehensive model
Loyo,
Kenny
![]()
kenny.loyo@gmail.com
Especialista
en Endodoncia, cursante del Doctorado en Odontología, Profesora Titular de la
Cátedra de Endodoncia, Facultad de Odontología, Universidad Central de
Venezuela
Revista Digital de Postgrado
Universidad Central
de Venezuela, Venezuela
ISSN-e: 2244-761X
Periodicidad: Cuatrimestral
vol. 14, núm. 3, e438,
2025 revistadpgmeducv@gmail.com
Recepción: 12 de octubre de 2025
Aprobación: 18 de noviembre de 2025
DOI: https://doi.org/10.37910/RDP.2025.14.3.e438
Cómo citar: Loyo, K. Experiencias y significados de
la gestión humanizada en odontología especializada: bases para un modelo
integral. Rev. Digit Postgrado 2025; 14(3): e438.doi.10.37910/RDP.2025.14.3.e438
Resumen: La atención
odontológica especializada dirigida a pacientes con enfermedades infectocontagiosas
exige una comprensión profunda de las dimensiones humanas que intervienen en el
acto clínico. Esta investigación cualitativa tuvo como propósito interpretar
los significados atribuidos por profesionales y pacientes a la gestión humanizada
en la práctica odontológica especializada, para sustentar la propuesta de un
modelo integral orientado a la calidad ética, técnica y humana. Se utilizó un
diseño fenomenológico-hermenéutico, con entrevistas semiestructuradas a
profesionales y pacientes de tres unidades odontológicas especializadas en el
Centro de Atención a Pacientes con Enfermedades Infectocontagiosas. El análisis se realizó mediante codificación
temática, de acuerdo con los procedimientos de la teoría fundamentada. Los
resultados revelaron que la gestión humanizada se construye desde tres
dimensiones interdependientes: la empatía profesional, la comunicación
bidireccional y la coherencia institucional. No obstante, emergieron tensiones
derivadas de la sobrecarga laboral, las limitaciones estructurales y la
ausencia de políticas institucionales que
promuevan la humanización como eje transversal. Se concluye que la
gestión humanizada en odontología especializada requiere una visión integral
sustentada en la ética del cuidado, la corresponsabilidad institucional y la
formación bioética permanente.
Palabras clave: Gestión Humanizada, Odontología Especializada, Bioética, Enfermedades
Infectocontagiosas, Cuidado Humanizado.
Abstract: Specialized
dental care for patients with infectious diseases requires a deep understanding
of the human dimensions involved in clinical practice. This qualitative study
aimed to interpret the meanings attributed by professionals and patients to
humanized management in specialized dentistry, to support the design of an
integral model focused on ethical, technical, and human quality. A hermeneutic
phenomenological design was used, with semi-structured interviews
conducted among professionals and patients from three specialized dental units
in the Centro de Atención a Pacientes con Enfermedades Infectocontagiosas. Data
was analyzed using thematic coding based on grounded theory procedures. The
results revealed that humanized management is constructed through three
interdependent dimensions: professional empathy, bidirectional communication,
and institutional coherence. However, tensions emerged due to work overload,
structural limitations, and the absence of institutional policies promoting
humanization as a transversal axis. It is concluded that humanized management
in specialized dentistry requires an integral vision grounded in the ethics of
care, institutional co-responsibility, and continuous bioethical education.
Keywords: Humanized
Management, Specialized Dentistry, Bioethics, Infectious Diseases, Humanized Care.
INTRODUCCIÓN
La odontología contemporánea se
enfrenta a desafíos crecientes derivados no solo de los avances tecnológicos,
sino también de la complejidad ética y humana inherente al acto clínico. La
atención de pacientes con enfermedades infectocontagiosas, en particular,
constituye un escenario que pone a prueba la sensibilidad profesional, la
estructura institucional y los principios de equidad y dignidad humana (1).
La creciente presencia de virus como el VIH, la hepatitis B o C, y el
SARS-CoV-2, ha transformado la práctica odontológica, obligando a los servicios
a fortalecer los protocolos de bioseguridad y, al mismo tiempo, a reconfigurar
las relaciones interpersonales en el ámbito asistencial (2).
Sin embargo, la excelencia
técnica, aun siendo imprescindible, no garantiza por sí sola la satisfacción
del paciente ni la integridad ética del cuidado. La gestión humanizada emerge
entonces como una respuesta necesaria ante las tensiones entre la eficacia
clínica y el reconocimiento de la persona como sujeto de derechos. Esta visión propone
un modelo de atención centrado en la empatía, la comunicación y la ética
relacional, donde el cuidado se concibe como un acto integral que involucra
cuerpo, mente y entorno social (3).
En odontología, la humanización
ha sido tradicionalmente menos explorada que en otros campos de la salud. La
cultura profesional ha priorizado históricamente la precisión técnica sobre las
dimensiones emocionales y simbólicas del cuidado, lo cual puede generar
relaciones verticales entre profesional y paciente4. No obstante,
investigaciones recientes evidencian que la empatía, el diálogo y el
acompañamiento emocional fortalecen la confianza y reducen el miedo asociado a
los procedimientos, mejorando la adherencia terapéutica y la percepción de
calidad (5,6).
La bioética clínica ha
adquirido relevancia como marco orientador de la práctica odontológica
humanizada. Esta perspectiva subraya la necesidad de conjugar beneficencia y
autonomía del paciente en contextos donde el riesgo de contagio y la
estigmatización pueden condicionar la conducta profesional7. Los estudios de
Galván-Villarmin (8) y Fonseca et al. (9) destacan que
las políticas de humanización institucional no solo mejoran la satisfacción del
usuario, sino que también favorecen la salud mental del personal, reduciendo el
estrés moral y el desgaste emocional.
En Venezuela, como en otros
países latinoamericanos, los servicios de salud bucal enfrentan limitaciones
estructurales y administrativas que dificultan la aplicación sistemática de
programas de humanización. La carencia de recursos, la sobrecarga laboral y la
escmasa formación en bioética aplicada configuran un panorama complejo que
exige replantear la gestión asistencial (10). Por ello, el estudio
de la experiencia vivida por pacientes y profesionales en entornos
odontológicos especializados resulta clave para construir un modelo integral
que articule la competencia técnica con la sensibilidad ética y el compromiso
institucional.
El presente trabajo tuvo como
objetivo interpretar los significados atribuidos a la gestión humanizada en la
atención odontológica especializada de pacientes con enfermedades
infectocontagiosas, a partir de las experiencias narradas por profesionales y
usuarios, para fundamentar las bases teóricas y operativas de un modelo integral
de gestión centrado en la dignidad humana.
MÉTODOS
Se adoptó un enfoque
cualitativo fenomenológico-hermenéutico, con el propósito de comprender en
profundidad las experiencias subjetivas y los significados que los actores
sociales otorgan a la gestión humanizada. Este diseño permitió explorar las
vivencias sin imponer categorías previas, dejando emerger los sentidos
construidos desde la interacción profesional-paciente.
Contexto y participantes: El
estudio se realizó en tres unidades odontológicas especializadas ubicadas en el
Centro de Atención a Pacientes con Enfermedades Infectocontagiosas,
seleccionadas mediante muestreo intencional por su trayectoria en atención a
personas con enfermedades infectocontagiosas. Se conformó una muestra teórica
de doce participantes: cuatro odontólogos (con más de tres años de experiencia
en atención especializada) y ocho pacientes diagnosticados con VIH, hepatitis
viral o tuberculosis. La selección se guio por criterios de saturación teórica,
diversidad de edad, sexo y experiencia asistencial.
Técnicas de recolección: Se
aplicaron entrevistas semiestructuradas en profundidad (duración promedio: 60
minutos), grabadas en audio con consentimiento informado y posteriormente
transcritas de manera literal. Se complementó la información con observaciones
no participantes en salas de espera y consultorios, así como con notas de campo
reflexivas sobre las dinámicas comunicacionales, el lenguaje corporal y el
ambiente institucional.
Ejes de exploración: Las entrevistas abordaron tres dimensiones
centrales:
1.
Experiencias vividas de humanización o deshumanización en la atención
odontológica.
2.
Percepciones sobre el rol del profesional y su capacidad de empatía.
3.
Opiniones sobre la estructura organizativa e institucional como
facilitadora o barrera para la gestión humanizada.
Análisis e interpretación: El
análisis siguió los procedimientos de la teoría fundamentada (11):
codificación abierta, axial y selectiva, con apoyo del software ATLAS. Ti. Esta fase permitió
identificar patrones y construir categorías conceptuales emergentes.
Posteriormente, se realizó una lectura hermenéutica inspirada en Gadamer (12),
que permitió profundizar en el sentido de las narrativas y contextualizar los
hallazgos dentro del marco ético y social.
Rigor y ética: La confiabilidad
se garantizó mediante triangulación de fuentes (entrevistas, observaciones y
documentos), verificación con informantes y revisión externa por un
investigador cualitativo independiente. El estudio fue aprobado por el Comité
de Bioética de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de
Venezuela, siguiendo los principios de la Declaración de Helsinki (13)
y las Normas Éticas del Ministerio del Poder Popular para la Salud (14).
RESULTADOS
Del análisis emergieron tres
categorías centrales que configuran los significados de la gestión humanizada
en la práctica odontológica especializada: empatía profesional, comunicación
bidireccional y coherencia institucional.
Empatía profesional: La empatía
fue reconocida como la base del vínculo terapéutico. Los pacientes manifestaron
que sentirse escuchados, comprendidos y tratados con respeto influyó más en su
confianza que los propios resultados clínicos. Uno de ellos expresó: “Cuando el
doctor me explicó sin miedo y me miró a los ojos, sentí que podía confiar”. Los
profesionales, por su parte, identificaron la empatía como una herramienta
clínica que requiere entrenamiento y equilibrio emocional.
Comunicación bidireccional: La
comunicación efectiva fue descrita como un elemento que favorece la comprensión
del tratamiento y reduce el temor. Los pacientes valoraron recibir información
clara sobre su condición, mientras los profesionales destacaron la importancia
del lenguaje sencillo y del consentimiento informado como actos de respeto
mutuo. Las entrevistas revelaron que, en contextos de alto estrés o presión
laboral, la calidad comunicacional tiende a deteriorarse, afectando la
experiencia del paciente.
Coherencia institucional: Los participantes
coincidieron en que la humanización no depende solo del individuo, sino del
entorno organizativo. La falta de insumos, el exceso de pacientes y la rigidez
administrativa fueron mencionados como obstáculos que limitan la práctica
empática. Sin embargo, se documentaron experiencias positivas en unidades donde
existían liderazgos comprometidos, coordinación intersectorial y espacios de
contención emocional para el personal.
Modelo emergente: De la integración de las categorías surgió un
modelo integral de gestión humanizada, sustentado en tres ejes
interdependientes:
1.
Competencia técnica con sensibilidad ética, que concilia el saber
clínico con el compromiso moral.
2.
Comunicación empática y horizontal, que reconoce al paciente como
interlocutor activo.
3.
Gestión institucional inclusiva, que provee condiciones materiales y
simbólicas para sostener el trato humano.
Este modelo representa una
estructura dinámica en la que la falla de uno de los ejes compromete la
integridad del sistema. Las experiencias narradas evidencian que la
humanización no es una cualidad espontánea, sino una práctica que requiere
políticas, formación y cultura institucional.
DISCUSIÓN
Los hallazgos confirman que la
gestión humanizada en odontología especializada es un proceso multidimensional
que combina habilidades clínicas, sensibilidad ética y compromiso
institucional. La empatía profesional emergió como la base del vínculo terapéutico,
coincidiendo con lo señalado por Alam et al. (15), quienes
demostraron que el entrenamiento empático incrementa la satisfacción y
confianza del paciente. En este estudio, la empatía no se manifestó solo como
rasgo personal, sino como una competencia profesional deliberada, cuya práctica
exige formación continua y reflexión ética sobre la relación asistencial.
La comunicación bidireccional se consolidó como herramienta fundamental
de la humanización. Los participantes resaltaron que la información clara y el
lenguaje comprensible fortalecen la autonomía y reducen el temor en pacientes
con enfermedades infectocontagiosas. Este hallazgo concuerda con Tugnait (16),
quien sostiene que la comunicación es el principal mediador entre la
competencia técnica y la confianza terapéutica. Además, constituye un acto
ético que materializa los principios de respeto y autonomía, indispensables en
contextos donde persiste el estigma asociado a la infección (17).
La coherencia institucional,
por su parte, determinó la posibilidad real de sostener prácticas humanizadas. Los profesionales destacaron que el exceso
de carga asistencial, la falta de insumos o la ausencia de liderazgo ético
limitan su capacidad empática, mientras que los entornos organizados y
cooperativos facilitan el trato digno. Esto coincide con Galván-Villarmin (8),
quien plantea que la humanización requiere políticas explícitas, recursos
adecuados y liderazgo comprometido para trascender la buena voluntad
individual.
Los resultados evidencian que
la humanización no es una acción aislada, sino un sistema integrado que vincula
la competencia técnica, la ética relacional y la cultura institucional. Su
implementación exige políticas que incluyan formación en bioética y
comunicación, espacios de contención emocional y mecanismos de evaluación que
midan la calidad del trato, además de los resultados clínicos.
En este sentido, el modelo
integral propuesto busca servir como guía operativa para fortalecer la atención
de pacientes con enfermedades infectocontagiosas, conciliando bioseguridad con
sensibilidad humana. Los datos respaldan la idea de que el cuidado odontológico
alcanza su verdadera excelencia cuando une precisión técnica con respeto, empatía
y justicia institucional.
CONCLUSIONES
La
gestión humanizada en odontología especializada representa una vía ética y
operativa hacia una atención más digna y equitativa. Requiere profesionales
formados en sensibilidad humana y estructuras institucionales coherentes con
los valores del cuidado. El modelo integral delineado en este estudio plantea
una ruta viable para fortalecer la relación profesional-paciente y promover
servicios centrados en la persona, reafirmando que la odontología, además de
ciencia, es también un acto de humanidad.
AGRADECIMIENTOS
La
autora expresa su reconocimiento al personal clínico y administrativo de la
institución participante y a los pacientes que compartieron sus experiencias.
Asimismo, agradecen el acompañamiento metodológico del Comité de Bioética de la
Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela.
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