Importancia geopolítica, geoeconómica y geoestratégica del petróleo como recurso natural de Venezuela

 

María Fernanda Teixeira Pita

Petróleos de Venezuela - Refinería El Palito

https://orcid.org/0009-0009-1498-7452

teixeiramf@gmail.com

Venezuela

 

Asdrúbal Jesús Alamilla González

Industria Venezolana Endógena de Papel S.A. (INVEPAL, S.A.)

https://orcid.org/0009-0005-3810-3253

asdrubalalamilla@gmail.com

Venezuela

 

Gestión de organizaciones

 

Fecha de Recepción: 28 / febrero / 2025 Fecha de Aceptación: 03/ junio / 2025

 

Resumen

La producción de crudo a escala mundial es el motor del sistema económico global. Dado que el petróleo se utiliza como herramienta de influencia en el sistema internacional, es precisamente esta característica la que lo convierte en un elemento político de importancia. Por ello, Venezuela aprovecha las ventajas del petróleo como bien estratégico al contar con grandes reservas y producción, así como con los avances tecnológicos que lo han convertido en un recurso natural estratégico para el crecimiento económico del país y de los procesos socioeconómicos y políticos que han definido el sistema político, que a lo largo del tiempo le han servido como bien estratégico para generar capacidad de influencia en el sistema regional, con la intención de fortalecer y exportar el modelo geopolítico de Venezuela a sus naciones socias, así como el potencial de establecer un papel en la geopolítica global para la creación de un mundo multipolar. La base del estudio fue la investigación documental, que se llevó a cabo mediante la recopilación, revisión e interpretación de fuentes. Se empleó el método hermenéutico crítico como procedimiento general que combina la eficacia de los procesos formales y el método científico para abordar cualquier tipo de problema

Palabras Clave: Geopolítica, Geoeconomía, Geoestrategia, Petróleo, Recurso Natural

The geopolitical, geoeconomic, and geo-strategic importance of oil as a natural resource in Venezuela

 

Summary

Oil, as an engine of the global economic system, is a significant political element, as it is used as a tool of influence in the international system. In this regard, Venezuela, with its substantial reserves and production, strategically utilizes oil as leverage, which, when combined with technological advances, has made it a strategic natural resource for the country's economic growth and the socio-political processes that have defined the country's political system. Over time, this has served as a strategic asset to generate influence in the regional system and to strengthen and export Venezuela's geopolitical model to its partner nations, as well as its potential to establish a significant role in global geopolitics and contribute to the creation of a multipolar world. This study was based on a documentary research, which was carried out through the collection, review, and interpretation of sources. The critical hermeneutic method was employed as a general procedure that combines the effectiveness of formal processes and the scientific method to address various types of problems

 

Keywords: Geopolitics, Geoeconomics, Geostrategy, Oil, Natural Resources

 

Importance géopolitique, géoéconomique et géostratégique du pétrole en tant que ressource naturelle du Venezuela

Résumé

La production pétrolière mondiale est le moteur du système économique mondial. Le pétrole, en tant qu’outil d’influence dans le système international, revêt une dimension politique cruciale. Par conséquent, le Venezuela profite des avantages du pétrole en tant que atout géostratégique grâce à ses vastes réserves, capacité de production et ses avancées technologiques, qui en ont fait une ressource naturelle stratégique pour la croissance économique du pays et les processus socio-économiques et politiques qui ont défini le système politique, que historiquement, lui ont servi de bien stratégique pour générer la capacité d'influencer le système régional, avec l'intention de renforcer et d'exporter le modèle géopolitique du Venezuela vers ses nations partenaires, ainsi que la possibilité d'établir un rôle dans la géopolitique mondiale en vue de la création d'un monde multipolaire. Cette étude s’appuie sur une méthodologie documentaire, caractérise pour la collecte, analyse et interprétation de sources, et une approche herméneutique critique, combinant rigueur scientifique et analyse des processus formels

Mots-clés : Géopolitique, géoéconomie, géostratégie, pétrole, ressources naturelles

 

Introducción

Venezuela, con una superficie total de 912.050 km2, tiene acceso al océano Atlántico y está situada en la región meridional del continente americano, ocupando el séptimo lugar en América Latina y el Caribe, detrás de Bolivia (Statista, 2023). Sus importantes reservas de petróleo se consideran una ventaja en las negociaciones internacionales. Además, cuenta con una ventaja en el comercio marítimo internacional y el tráfico energético debido a su situación geográfica, lo que le permite acceder tanto al mar Atlántico como al mar Caribe.

Es por ello que Venezuela ha sido durante mucho tiempo un componente vital para satisfacer las demandas energéticas de las empresas y del gobierno estadounidense debido a sus reservas de energía, que se encuentran principalmente en la Faja Petrolífera del Orinoco, y a su proximidad a Estados Unidos en relación con otros proveedores y la región del Caribe. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) el gobierno estadounidense colocó una batería de cañones en las ciudades de Paraguaná y Puerto la Cruz, así como en la isla de Patos, que tiene salida al mar, para proteger el petróleo venezolano de las potencias del Eje (Japón, Italia y Alemania) (Guía, 2010). Esta acción confirmó la importancia estratégica de Venezuela por su acceso hacia el Atlántico y el Mar Caribe, combinadas con sus vastas reservas petrolíferas (Guía, 2010).

En este sentido, Venezuela posee una enorme riqueza petrolera por ser el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, con entre 303,8 y 304 millardos de barriles, es decir, 17,5% y 17,8% del total de las reservas mundiales, gracias a la suma de los yacimientos encontrados en la Faja Petrolífera del Orinoco (Catorce, 2019; bp, 2022). Venezuela se volvió crucial para el abastecimiento durante las hostilidades bélicas, así como para todas las demandas económicas que las potencias tuvieron al finalizar la guerra, ya que fue reconocida como un lugar clave para el envío de hidrocarburos a las refinerías empleadas por los aliados.

De acuerdo a lo mencionado por el Statistical Review of World Energy 2022, Venezuela posee 48.000 millones de toneladas de petróleo, o 303.800 millones de barriles. Estas reservas se calculan en hidrocarburos asociados, que indica que el petróleo se encuentra en el subsuelo, pero la cantidad acumulada en una región determinada es segura y que comprenden petróleo crudo, gas natural y gas natural licuado (GNL) (bp, 2022). Además, este producto puede comercializarse a lo largo del tiempo previsto de duración de este recurso, que viene determinado por la tasa o ratio de reservas/producción (R/P).

Estas reservas probadas son las cantidades asociadas de hidrocarburos que, con base en datos de ingeniería, geocientíficos y económicos, tienen posibilidad de llegar a ser comercializables en el futuro y se encuentran en yacimientos conocidos; esto está supeditado a las leyes, procedimientos de operación y condiciones económicas que prevalezcan en un momento dado. (Securities and Exchange Commission en Comisión Nacional de Hidrocarburos, 2019).

Debido a esto, Venezuela ha actuado como contrapeso de Estados Unidos en las naciones caribeñas mediante su política de integración energética regional. Mediante la creación de Petrocaribe, cuyo objetivo es suministrar energía a los países de la región, especialmente a los del arco insular, a precios preferenciales, Venezuela ha perseguido una estrategia de integración que ha consistido en utilizar la riqueza de los recursos de su suelo para ayudar a los países caribeños.

La política regional de Venezuela incluye sus esfuerzos de integración energética en el Caribe. Con su política de determinación sobre su sector energético y la creencia de que ningún país del mundo puede permanecer aislado de los recursos o capacidades de otras naciones, ha buscado la integración con otras naciones para mantener relaciones de intercambio a través de productos industrializados, así como de materias energéticas como el petróleo. Lo ha hecho tratando de evitar que la asimetría impregne estas relaciones, aunque se establezcan entre naciones con desiguales niveles de desarrollo industrial, de infraestructuras y tecnológico.

El objetivo de esta investigación es dar a conocer la importancia Geopolítica, Geoeconómica y Geoestratégica del Petróleo como Recurso Natural de Venezuela, debido a su ubicación privilegiada al norte del Mar Caribe y sus reservas probadas de petróleo y gas, que lo posicionan como uno de los países más importantes de este hemisferio en materia petrolera, siendo que Venezuela tiene una posición estratégica entre el Caribe y Sudamérica, su ubicación le permite acceder a mercados amplios sin cuellos de botella en las rutas de transporte. Su influencia en la política regional se ve en el Mercosur, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Asimismo, El petróleo es la principal fuente de ingresos del país, generando la mayor parte de las exportaciones y contribuciones fiscales, en donde la renta petrolera contribuye al crecimiento económico del país y el petróleo permite a los gobiernos desarrollar proyectos de infraestructura crítica. Finalmente, Venezuela tiene la faja petrolífera del Orinoco, la reserva de petróleo más grande del mundo, así como otros recursos naturales, como minerales, tierras raras, biodiversidad y agua dulce. Su posición geográfica y abundancia de recursos naturales lo convierten en un país muy importante en la geopolítica actual.

De este modo, el estudio se basó en la investigación documental, utilizando un estudio descriptivo, sinóptico y analítico para llegar a una comprensión crítica del tema mediante la recopilación, evaluación y compilación de materiales. Se empleó el método hermenéutico analítico y la interpretación de material como procedimiento general que resuelve cualquier tipo de problema fusionando la fuerza del método científico con los procedimientos formales.

Materiales y Métodos

La investigación se construyó sobre la base de los preceptos metodológicos de la investigación documental de carácter descriptivo, analítico y sinóptico, cuyo objetivo fue examinar la importancia geopolítica, geoeconómica y geoestratégica del petróleo en Venezuela. Para garantizar un análisis riguroso, se siguieron procedimientos sistemáticos en la recolección, selección y procesamiento de la información:

Finalmente, este enfoque metodológico permitió un análisis riguroso y reproducible, facilitando una comprensión integral del papel estratégico del petróleo en Venezuela desde múltiples perspectivas.

Discusión y Resultados

El Petróleo como recurso de interés para la nación

El uso del petróleo se remonta a civilizaciones antiguas, como lo evidencian referencias al "aceite de roca" en textos bíblicos y relatos de Heródoto. En América, los pueblos indígenas ya lo utilizaban antes de la llegada de los europeos, principalmente para iluminación y usos medicinales. En Venezuela, las filtraciones naturales cerca del Lago de Maracaibo fueron explotadas por indígenas y colonizadores para calafatear embarcaciones y otros fines prácticos. Sin embargo, la explotación industrial comenzó en el siglo XIX, impulsada por la expansión de la industria petrolera estadounidense. La perforación del primer pozo moderno en Titusville (1859) marcó un hito, seguido por la consolidación de empresas como la Standard Oil Company de Rockefeller, que dominó el mercado global a finales del siglo XIX (Sorkhabi, 2011).

Incluso antes de la llegada de los españoles, los indígenas conocían la existencia de filtraciones muy dispersas, pero fue la expansión de la industria petrolera en Estados Unidos la que alertó a Venezuela del potencial comercial de sus propias reservas. Pequeñas cantidades se filtraban del suelo en las tierras bajas alrededor del Lago de Maracaibo, y el sol y el aire hacían que el líquido se solidificara y se convirtiera en asfalto.

Los españoles descubrieron que los indios utilizaban petróleo tanto para encender sus antorchas como para la medicina cuando desembarcaron por primera vez en Maracaibo en 1499. Además, el asfalto viscoso se utilizaba para calafatear los barcos, impregnar las velas y capturar animales salvajes (De Oviedo y Valdés, 1855). Los piratas que se aventuraban lejos adentrándose en las aguas del Lago de Maracaibo calafateaban sus barcos con el asfalto generado y limpiaban sus armas con el aceite. Humboldt observó filtraciones de petróleo en Cumaná, y los indios del Delta, en el este de Venezuela, preparaban sus embarcaciones con asfalto.

La extracción de petróleo, la producción a gran escala y la refinación de numerosos productos para su uso en calefacción, alumbrado y maquinaria de propulsión son desarrollos relativamente nuevos. Hace menos de un siglo, en 1859, se perforó el primer pozo productor en Titusville (Pensilvania), lo que marcó el inicio del negocio petrolero moderno.

Durante la fase de auge posterior, surgieron otros problemas, como la sobreproducción, el almacenamiento, el transporte y la competencia desenfrenada entre las numerosas empresas en funcionamiento. John D. Rockefeller y su Standard Oil Company empezaron a salir progresivamente del caos del incipiente sector en 1870. Diez años más tarde, habían establecido un monopolio al hacerse con los servicios de transporte, refinado y venta. (Sorkhabi, 2011).

Justo antes de la Primera Guerra Mundial, Venezuela suscitó un gran interés debido a la competencia entre las principales naciones industriales y las compañías petroleras internacionales por las fuentes y los mercados mundiales de petróleo. Antes del conflicto, las empresas extranjeras dominaban la competencia. Países como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se enzarzaron en una feroz competición por el control de los recursos petrolíferos a principios de la posguerra. Sin embargo, la política anterior de adquisición de reservas y aumento de la producción cambió en 1927 para dar prioridad a la venta de excedentes y a las restricciones de la producción, porque la producción mundial de petróleo había superado la demanda. (Dahl, 2001)

La crisis económica global de 1930 intensificó los efectos de la sobreproducción petrolera, provocando el colapso del comercio internacional debido al proteccionismo, las barreras cambiarias y el auge de políticas nacionalistas. Venezuela, cuya economía dependía en gran medida de las exportaciones de crudo, sufrió un fuerte impacto en su sector industrial y financiero, reflejando las consecuencias de esta recesión a escala mundial (Steinberg, 2010).

Junto con el carbón, el petróleo y el gas natural son las fuentes clave de energía primaria (obtenida directamente de la naturaleza) porque son recursos estratégicos que sustentan el crecimiento económico nacional y el nivel de vida de la población. Son la materia prima de miles de artículos, impulsan el transporte y la industria y proporcionan electricidad a los hogares. En el mundo moderno, el petróleo se ha vuelto esencial. La producción de crudo a escala mundial es el motor del sistema económico global. El petróleo se utiliza como instrumento de influencia en el sistema internacional, y es precisamente esta cualidad la que lo convierte en un elemento geopolítico.

Además de posicionarse como el mayor proveedor de petróleo durante la Segunda Guerra Mundial, lo que le dio visibilidad e influencia mundial, los descubrimientos petroleros realizados por la Standard Oíl de Venezuela en el pozo Moneb-1 el 1 de junio de 1928, y por Concesiones Petroleras Venezolanas (Shell) en el pozo Los Barrosos-2 el 14 de diciembre de 1922, confirmaron el tamaño de los yacimientos y convirtieron a Venezuela en el segundo mayor productor de petróleo desde 1928 (Arráiz, 2016).

Es así como, según Miranda (2017), los ingresos petroleros representaron más de la mitad del presupuesto de Venezuela de 1928, que se utilizó para financiar procesos de industrialización, inversiones en infraestructura física y el crecimiento de las industrias turística, agrícola y siderúrgica del país. Todos estos factores ayudaron al país a crear puestos de trabajo, fomentar la diversificación productiva, aumentar el poder adquisitivo de sus ciudadanos, atraer inversión extranjera directa y adquirir los avances tecnológicos de la industria en un mercado competitivo con inversión privada de Venezuela. De hecho, entre 1920 y 1960, la economía venezolana fue la más dinámica de América Latina.

La Ley de Hidrocarburos se aprobó en 1943, y el Estado venezolano obtuvo una participación del 50% en los ingresos petroleros en 1948. El impuesto sobre la renta se elevó al 72% en 1974, tras la aprobación de la Ley de Reversión de Concesiones en 1971. Finalmente, el 1 de enero de 1976 se nacionalizó el recurso petrolero y se creó Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA), constituyéndose como la empresa petrolera nacional monopólica, anticipándose a la Ley de Hidrocarburos y a la definición de la Ley de Reversión de la obligación de reembolsar a las empresas multinacionales la recepción gratuita de todos los activos petroleros en 1983 (Cordeiro, 1997).

Por ello, en el contexto socioeconómico y político de la nacionalización del petróleo en Venezuela el 1 de enero de 1976, Venezuela y México decidieron promover la cooperación energética con los países de América Central y el Caribe, que son los mayores productores de petróleo de la región, con la creación de Petrocaribe, en ocasión a la subida de los precios del petróleo en 1973 como consecuencia del embargo petrolero y el descenso gradual de la producción petrolera de Irán a finales de los años setenta como consecuencia de los acontecimientos que condujeron a la caída del monopolio en 1979.

Según Koivumaeki y Rodríguez (2014), las raíces de Petrocaribe se encuentran en el Acuerdo de San José de 1980, también conocido como el Programa de Cooperación Energética para los Países de Centroamérica y el Caribe, en el cual México y Venezuela, dos de los mayores productores de petróleo de la región, acordaron garantizar un suministro diario de 160,000 barriles de petróleo a 11 países del Caribe: Barbados, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana. El petróleo se vendía a precios internacionales y se pagaba a tasas de interés bajas mediante un pago diferido o financiado del 20% y 25% del valor de la exportación, respectivamente (CEPAL, 1994).

El fortalecimiento de Petrocaribe también se fomenta en el documento de PDVSA (2016) "Profundización de la Transformación de PDVSA hacia una Corporación Socialista - Plan Estratégico Socialista 2016-2026" con el fin de apoyar la geopolítica de Venezuela y asegurar la integración regional. Esto se hace con el objetivo de posicionamiento global a través de una estrategia de diversificación de mercados destinada a ayudar a construir un mundo multipolar. Además, se promueve a las empresas nacionales a defender la soberanía de los recursos petroleros y los recursos naturales estratégicos, y se fortalecen las alianzas estratégicas con el grupo BRICS—Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—en vista de la orientación histórica y estratégica de la construcción del Socialismo Bolivariano.

Asimismo, la renta económica desempeña un papel importante en el funcionamiento del mercado petrolero porque proporciona un beneficio excesivo por encima del retorno típico del capital, lo que incentiva a los agentes a buscar transferencias de riqueza a partir del amplio margen que proporciona el diferencial entre el costo técnico del petróleo crudo y el valor de los derivados para el consumidor. Con una industria que se beneficia de grandes economías de escala, la demanda de petróleo es una mezcla de consumo real y fluctuaciones de inventario, impactada por la actividad especulativa, así como por fluctuaciones estacionales y cíclicas (Noreng, 2003).

Es importante recordar que Venezuela es el actor energético más significativo de América Latina en el escenario global debido a sus reservas; su petróleo extrapesado la convierte en la mayor reserva de hidrocarburos del mundo, y sus reservas de gas son las más grandes de América Latina y las segundas más grandes del hemisferio. Es un miembro fundador y activo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), uno de los principales exportadores de petróleo y uno de los productores del llamado creciente menor conocido con el mayor potencial para futuras exportaciones (Isbell, 2008).

La proximidad geográfica de Venezuela a los Estados Unidos, que es una posición estratégica para abastecer su demanda energética y podría reducir las tensiones que esta potencia mantiene en áreas de alta producción y alto conflicto, representa una parte significativa de su importancia en la geopolítica energética global. La tercera fuente más grande de petróleo para los Estados Unidos es Venezuela. Las refinerías de Citgo, que cuentan con una vasta red de refinerías y centros de distribución en los EE. UU., tienen la capacidad tecnológica para refinar crudos venezolanos. (Guía 2010).

Como resultado, se observa que las lógicas institucionales, económicas y políticas de Venezuela están condicionadas por sus reservas de petróleo, las cuales también definen su proyección de poder económico. Además, como mencionó Busan (1991), las preocupaciones económicas han tomado precedencia sobre las preocupaciones de seguridad del estado en la agenda global desde el fin de la llamada Guerra Fría.

Aun así, como señala Klare (2003 y 2008), desde la crisis del petróleo de la década de 1970, los temas económicos —particularmente los relacionados con el petróleo— han sido considerados como cuestiones estratégicas y de seguridad global, así como asuntos de interés nacional por parte de los Estados Unidos. Esto se debe a que los problemas económicos no solo afectan el comercio internacional y las proyecciones económicas, sino que también funcionan como herramientas para las sanciones políticas, ya sean exitosas o no. La Geopolítica, la Geoeconomía y la Geoestrategia relacionadas con la energía se están convirtiendo en la nueva preocupación central en las relaciones internacionales del siglo XXI.

Por ello se dice que el modelo económico predominante depende de los hidrocarburos para mantener conectados los mercados geográficamente distantes, lo cual es esencial para su funcionamiento. Los hidrocarburos también desempeñan un papel importante en las relaciones internacionales, particularmente en la geopolítica global, donde su acceso y control se plantean como el nuevo gran tema en las luchas de poder internacionales.

La singularidad de la situación actual se define por su naturaleza estructural, donde un aumento exponencial en la demanda converge con menos proveedores, y la opinión internacional percibe que los hidrocarburos se están agotando, a pesar de que el petróleo ha desempeñado un papel significativo en las relaciones internacionales, particularmente en la geopolítica global.

Esta preponderancia de hidrocarburos se sitúa en un escenario donde las potencias mundiales como Estados Unidos han manejado a su conveniencia, el control sobre los recursos energéticos, particularmente el petróleo, ha adquirido tal relevancia estratégica que las principales potencias lo han elevado a una cuestión de seguridad nacional. Esta dinámica ha generado una creciente complejidad en las regiones productoras de hidrocarburos, donde confluyen los intereses de Estados Unidos y las economías emergentes del BRICS, con China como actor protagónico, transformando estos espacios en escenarios de competencia geopolítica.

En economías dependientes de recursos naturales como Venezuela, la industria petrolera constituye el pilar fundamental de la actividad económica, siendo responsable de:

  1. Más del 90% de los ingresos por exportaciones
  2. La principal fuente de financiamiento fiscal
  3. El eje articulador de las relaciones internacionales

Esta triple dimensión -económica, fiscal y geopolítica- convierte al petróleo en un recurso estratégico que condiciona las políticas públicas y la inserción del país en el escenario global (Monaldi, 2010).

La participación de las grandes empresas y su enorme poder financiero y político también debe tenerse en cuenta en la geopolítica del petróleo. El poder monopolístico de las llamadas Siete Hermanas, que facilitó la agrupación de los estados productores donde se concentraba más del 80% de las reservas de hidrocarburos y más del 40% de su producción, impulsó la creación de la OPEP. En lo que respecta al control de producción y precios, ha sido la mejor defensa de esta materia prima. (Hoyos, 2007).

En este orden de ideas, el 11 de marzo de 2007, el Financial Times identificó a las "Nuevas Siete Hermanas": las compañías petroleras paraestatales más influyentes fuera de la OCDE. Son:

 

El artículo del Financial Times hace notar que Pemex de México fue excluida de tal lista. (Hoyos, 2007).

Por lo tanto, se puede afirmar que desde el comienzo de la Era del Petróleo ha existido un conflicto entre los actores de las zonas donde se encontraba el recurso petrolífero y los pueblos o naciones que lo querían para su propio crecimiento y desarrollo. Mientras que maximizar los beneficios ha sido importante para los primeros, un suministro estable de combustible ha sido esencial para los segundos.

En consecuencia, esta dinámica de la geopolítica mundial también afecta a la distribución espacial de las materias primas y al grado de desarrollo nacional. La ecuación del petróleo entre oferta y demanda, así como entre productores y consumidores de todo el mundo, no ha cambiado, a pesar de que los hidrocarburos se concentran en el llamado Tercer Mundo, que seguirá siendo el centro de las principales economías e industrias del mundo. La naturaleza dual de la producción para el consumo interno y la exportación, tal como la ven Estados Unidos y Rusia, es poco común en la geopolítica moderna.

China, actualmente la economía más grande del planeta, mantiene una dependencia crítica de las importaciones energéticas para sostener su desarrollo. Aunque la Iniciativa de la Ruta de la Seda ha diversificado sus intereses en recursos energéticos, el petróleo continúa siendo un insumo estratégico no solo para las naciones en vías de desarrollo, sino también para potencias industriales asiáticas como Corea del Sur, Japón e India, cuyas economías requieren un suministro constante de hidrocarburos.

En esencia, la diplomacia petrolera busca establecer un marco de cooperación mutuamente beneficioso entre naciones productoras y consumidoras de energía. Para Venezuela, esta dinámica representa una oportunidad estratégica para aprovechar su posición en el mercado energético global como palanca para su desarrollo socioeconómico. El país cuenta con la ventaja competitiva de albergar algunas de las reservas petroleras más cuantiosas del mundo, un recurso geológico que pocas naciones poseen en tal magnitud.

Figura 1. Fachadas Geopolíticas de Venezuela

Fuente: WordPress (2013)

Importancia geopolítica

Importancia en la geopolítica mundial

Importancia geoeconómica

Importancia geoestratégica

Conclusiones

Las conclusiones clave del presente documento sobre la importancia geopolítica, geoeconómica y geoestratégica del petróleo como recurso natural de Venezuela son las siguientes:

Estas conclusiones reflejan la complejidad y la importancia de Venezuela en el contexto geopolítico y energético mundial.

Algunas líneas de investigación estan enfocadas en profundizar aspectos de la geopolítica, geoeconómica y geoestratégica de Venezuela, no solo en el área petrolera, sino en áreas de importancia de sus recursos naturales involucrando aspectos del comercio internacional en pro al beneficio de población.

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