Discurso pronunciado por el Dr. Armando Arias Gómez, presidente de la SVPP en ocasión del día del pediatra 2011
Palabras clave:
Pediatría, Sociedades Médicas, Cuidado del Niño, Salud Infantil, VenezuelaResumen
Durante estos largos años, se ha consolidado la SVPP como la sociedad científica con más renombre en Venezuela y con mayor proyección internacional, no solo por tener el mayor número de afiliados, o por ser una de las mas antiguas, sino por la excelente actividad de educación médica permanente, fructífera, incesante, de la mas alta calidad científica y ética. Como especialista en adolescencia, siempre les digo a mis pacientes y alumnos, que es imprescindible y necesario, revisar con frecuencia nuestros proyectos de vida y mante-ner en vigencia nuestros sueños. Yo coloqué este logro dentro de mi proyecto de vida, yo soñé con lograr llegar a este sitio, no por lo que representa formar parte de esa pléyade de grandes hombres y mujeres que me han precedido en la pre-sidencia, sino por el alto honor que significa poder servir a mis colegas pediatras, en poder acompañarles en sus sueños y en poder dejar una huella en la historia de la pediatría en este país. La situación socioeconómica en que vivimos y la calidad de las políticas públicas, dejan mucho que desear, y en estos
momentos de crisis, es cuando la clase media profesional debe mantenerse unida, la unidad es el único camino de lograr el éxito (en septiembre del año pasado nos dimos cuenta de ello y en enero cuando se logró que se engavetara la absurda ley de Universidades), pero esta unidad no solo debe ser de firmar un pacto, ni solo de palabras bonitas, ni de aparecer en las primeras páginas, debe ser de acciones y sobre todo de voluntad y compromiso. En esas acciones y en ese compromiso, esta sociedad tan importante, debe aportar su valioso grano de arena en sus acciones, no políticas, sino de vigencia científico-social, que fomente una relación permanente, libre y efectiva, entre las autoridades de salud y las sociedades científicas Coincidencialmente, este año cumplo 30 años de especialista en pediatría, carrera que tomé pensando en la posibilidad de ofrecer mis conocimientos a niños, niñas y adolescentes necesitados, pero aun después de tres lustros de especialista y 20 años en el área de Salud Pública, sigo viendo niños malnutridos, anémicos, con poliparasitosis, con profundas carencias sociales, económicas, y sobre todo con profundas carencias espirituales y con violación permanente de sus derechos como por ejemplo la baja cobertura de vacunación que en algunos casos no llega al 50%. El embarazo en adolescentes ya representa el 30% de los partos que acuden a nuestras maternidades, con el consiguiente aumento del riesgo de prematuridad, maltrato infantil, abandono de los proyectos de vida de las adolescentes y altas tasas de mortalidad materna y neonatal.