Discurso pronunciado por el Dr. Huníades Urbina en ocasión del día del pediatra. enero 2012
Palabras clave:
Historia de la Medicina, Personajes, Sociedades Médicas, Pediatría, VenezuelaResumen
Aquellos que me conocen bien, saben de antemano que no escucharan de mí la trillada frase “recibo este honor no merecido”, ya que siempre he pensado que además de ser un lugar común, probablemente haciendo gala de una modestia exagerada, quien recibe algo que no merece no es honesto, cosa que dista mucho de mi forma de ser y entre mi tantos defectos como ser humano, la deshonestidad no figura en mi lista. Hoy, es un día de reconocimientos y de celebración, por lo cual felicito a todos los pediatras por su labor encomiable velando por la salud de nuestros niños desde los diferentes ámbitos y a la vez hago un llamado, sobre todo a las nuevas generaciones de médicos y de pediatras a no desfallecer y a no abandonar la carrera hospitalaria, ya que es realmente en los hospitales donde está el mayor aprendizaje y al impartir docencia al mismo tiempo aprendemos. Si abandonamos nuestros puestos naturales de trabajo, pues irremediablemente pudieran ser y están siendo ocupados en muchos casos por personas no idóneas y luego solo queda el lamento y la crítica, cuando puede que sea tarde, si es que ya no lo es y luego es muy fácil responsabilizar a los gobiernos, a la mala suerte y dar toda clase de excusas, cuando hemos podido ser nosotros mismos los corresponsables de atrocidades como colocar al frente de nuestros pacientes a pseudomédicos, sin importar la calidad de la enseñanza impartida, sin evaluar la capacidad de estos egresados, sin escuchar las voces que hemos alzado para impedir que se cometiera este exabrupto.