Discurso de la Dra. Mercedes López de Blanco. Epónima del LXII congreso venezolano de puerícultura y pediatría

Resumen

Agradecimiento a Huníades Urbina y demás miembros de la Junta directiva de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y a los integrantes del consejo nacional realizado en Maracaibo en septiembre de 2015, por escogerme como epónima del LXII congreso venezolano de puericultura y pediatría, honor que acepto como reconocimiento a la constancia y al trabajo de todo un equipo que siempre me ha acompañado. Estudié medicina entre 1961 y 1967, le llevaba unos nueve años a mis compañeros, pero nunca sentí esa brecha. Fui una buena estudiante, por ello perder el tiempo cuando uno estudia tarde, es un pecado. Entre mis profesores recuerdo a Leopoldo Briceño-Iragorry, a Pepe Izquierdo en sus últimas clases magistrales, a José Antonio O`daly, a Virgilio y Norma Bosch y en clínica a Henrique Benaím Pinto, a Máximo Hernán Trujillo y, Miguel Pérez carreño. Yo estaba “programada” para ser internista, pero mi última pasantía en la carrera, que fue pediatría en el Hospital Universitario de Caracas, cambió mi rumbo. Por invitación de Luis Vallenilla formé parte del consejo directivo de la Fundación Cavendes, que inicia sus labores en 1983 “como un acto de fe en venezuela” con José María Bengoa como su director ejecutivo, participando en reuniones y publicaciones de relevancia en el entorno latinoamericano además del nacional. Entre 1990 y 1996, asumí la dirección del comité científico y desde 1997 la dirección ejecutiva. El espíritu de trabajo de la Fundación Cavendes, fue rescatado por la iniciativa de Andrés Carmona, Walter Jaffé, Virgilio Bosch, Maritza Landaeta-Jiménez y por mí con el nacimiento de la Fundación Bengoa que inició sus labores el 10 de agosto de 2000, tiempo en el cual, su labor ha venido contribuyendo a la mejor alimentación y nutrición de la población venezolana.