EL LADO OSCURO DE LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS

Resumen

Diversos viajeros españoles relataron la costumbre de los nativos indios americanos de fumar las hojas secas de tabaco enrolladas dentro de un tubo hecho de hojas de maíz. Los indígenas le atribuían propiedades medicinales y lo usaban en sus ceremonias.  Con la conquista europea, el tabaco empieza a perder su sentido cultural y ritual, y pasa a tener un uso más cotidiano. Al trasladarse a Europa se sustituyó la hoja de maíz por papel, y su uso alcanza su máxima difusión a partir de finales del siglo XIX con la mecanización de su fabricación en 1880. En la década de 1920, se publicaron los primeros estudios médicos alemanes que advertían de los peligros del tabaco sobre la salud, pero fueron en gran medida olvidados e ignorados. Sin embargo, no fue sino hasta 1954 que se publicó una investigación que confirmaba por primera vez el vínculo entre el consumo de tabaco y el cáncer de pulmón.  En 1963 el estadounidense Herbert A. Gilbert patentó el primer cigarrillo electrónico del mundo. En 2003, Hon Lik compró la patente y desarrolló una versión moderna de la idea de Gilbert, lanzando su invención en China en 2004. En 2007 comenzó la producción y distribución mundial de cigarrillos electrónicos similares a los tradicionales. En 2008, la empresa Joyetech lanzó el primer cigarrillo electrónico, el Joye 510, que no parecía un cigarrillo normal, el cual fue un gran éxito y se convirtió en el pionero de muchos cigarrillos electrónicos que están en el mercado hoy en día. Queda claro que el padre de Hon Lik había sido un gran fumador que murió de cáncer de pulmón inducido por el tabaco, y debido a ello, Hon Lik buscaba una alternativa más saludable para salvar a otras personas de este destino en China y el mundo. Sin embargo, no tardaron en aparecer estudios científicos que evidencian mayores perjuicios a la salud inducidos por el hábito de fumar cigarrillos electrónicos en relación a cigarrillos convencionales, mostrando así “el lado oscuro de los cigarrillos electrónicos”.