Piomiositis, artritis séptica y
osteomielitis aguda por Staphylococcus aureus meticilino
resistente de la comunidad en paciente pediátrico
Pyomyositis, septic arthritis
and acute osteomyelitis due to community methicillin-resistant staphylococcus
aureus in a pediatric patient
Jenny
Antonieta Planchet Corredor (1); Yumali Gabriela
Urbina Cermeño (2); Ollantay Johanson Barreto González (3); Jorge Alberto Correa Planchet (4).
Servicio
de Pediatría Médica. Sección de Pediatría Médica. Hospital Universitario de
Caracas (HUC). Universidad Central de Venezuela (UCV). Caracas, Distrito.
Capital. Venezuela.
(1)
Especialista en Neumonología Pediátrica. Profesor Asistente de la Facultad de
Medicina, Escuela Luis Razetti. UCV del Hospital Universitario de Caracas, UCV,
Venezuela.
(2) Especialista en Pediatría y Puericultura.
Hospital Universitario de Caracas, UCV, Venezuela. Correo electrónico: gabyurbina30@gmail.com.
(3)
Especialista en Pediatría y Puericultura y Medicina Crítica. Hospital
Universitario de Caracas, UCV, Venezuela. Correo electrónico: tucu085@gmail.com.
(4) Médico Cirujano, Escuela de Medicina Luis
Razetti. UCV. Correo: correapjorge@gmail.com
Autor corresponsal:
Dra. Jenny Antonieta Planchet Corredor. Especialista en Pediatría y
Puericultura y Neumología Pediátrica, Docente de la Escuela de Medicina Luis
Razetti Departamento de Pediatría y Puericultura del Hospital Universitario de
Caracas, UCV, Venezuela. Teléfono: +58 414-3346826. Correo electrónico:
jplanchet@hotmail.com
Doi: 10.37910/RDP.2021.10.3.e321
Recepción: 27 NOVIEMBRE
2020
Aprobación: 06 MAYO
2021
Cómo citar: Planchet J, Urbina Y, Barreto O, Correa J. Piomiositis, artritis séptica y osteomielitis aguda por Staphylococcus aureus meticilino resistente de la comunidad en paciente
pediátrico. Rev Digit
Postgrado. 2021;10(3): e321. doi:
10.37910/RDP.2021.10.3.e321
Conflicto de
interés: los autores declaran no tener conflicto de interés.
RESUMEN
Las
infecciones osteoarticulares y musculo esqueléticas son patologías infecciosas
relativamente infrecuentes en la infancia, afectando generalmente a varones y
menores de 5 años. Países desarrollados reportan una incidencia anual de
osteomielitis de 10 a 80/100.000 niños y de 4 casos/100.000 niños
para artritis séptica. En
países tropicales, la piomiositis tiene una incidencia de un caso por cada 2.000
habitantes.
El Staphylococcus aureus es el principal agente causal. En la infancia la vía más común de llegada del germen a la
articulación es la hematógena. Hasta en un 30% de niños coexisten osteomielitis
aguda y artritis séptica. Se presenta el caso de preescolar masculino de 3 años, quien posterior a aplastamiento de miembro
inferior izquierdo, presenta aumento de volumen, dolor y limitación para la
marcha, asociándose 9 días después fiebre de 39.5°C, acudiendo al Hospital
Universitario de Caracas. La anamnesis, evaluación clínica y estudios
paraclínicos fueron sugestivos de piomiositis de muslo izquierdo, osteomielitis
de fémur izquierdo y artritis séptica de rodilla izquierda. Se indica
antibioticoterapia con cobertura para Staphylococcus
aureus (ciprofloxacina y clindamicina). Se realizó artrotomía evacuadora y
limpieza quirúrgica de estructuras afectadas. El cultivo reportó Staphylococcus aureus sensible a ciprofloxacina, gentamicina, linezolid, rifampicina,
trimetropin/sulfametoxazol; resistente a clindamicina, eritromicina, oxacilina,
por lo que se omitió
clindamicina y se indicó trimetropin/sulfametoxazol. Cumplió 21 días de
tratamiento intravenoso, observándose evolución satisfactoria por lo que se
decidió egreso, dando continuidad con tratamiento vía oral por cuatro semanas y
seguimiento interdisciplinario. El abordaje oportuno y adecuado de estas patologías disminuye el riesgo de desarrollar
complicaciones.
PALABRAS CLAVE: Infecciones osteoarticulares, Artritis
séptica, Osteomielitis, Piomiositis, Staphylococcus aureus, Antibioticoterapia.
ABSTRACT
Osteoarticular
and musculoskeletal infections are relatively rare infectious diseases in
childhood, generally affecting men and children under 5 years of age. Developed
countries report an annual incidence of osteomyelitis of 10 to 80 / 100,000
children and 4 cases / 100,000 children for septic arthritis. In tropical
countries, pyomyositis has an incidence of one case for every 2,000
inhabitants. Staphylococcus aureus is the main causative agent. In childhood
the most common route of arrival of the germ to the joint is hematogenous. Up
to 30% of children coexist acute osteomyelitis and septic arthritis. We present
the case of a 3-year-old male preschooler who, after crushing his left lower
limb, presented an increase in volume, pain, and limited gait, and was
associated with a fever of 39.5 ° C 9 days later, going to the University
Hospital of Caracas. The anamnesis, clinical evaluation and paraclinical
studies were suggestive of pyomyositis of the left thigh, osteomyelitis of the
left femur and septic arthritis of the left knee. Antibiotic therapy with
coverage for Staphylococcus aureus (ciprofloxacin and clindamycin) is
indicated. Evacuating arthrotomy and surgical cleaning of affected structures
were performed. The culture reported Staphylococcus aureus sensitive to
ciprofloxacin, gentamicin, linezolid, rifampin, trimetropin / sulfamethoxazole;
resistant to clindamycin, erythromycin, oxacillin, therefore clindamycin was
omitted and trimetropin / sulfamethoxazole was indicated. He completed 21 days
of intravenous treatment, observing satisfactory evolution so his discharge was
decided, continuing with oral treatment for four weeks and interdisciplinary
follow-up. The timely and adequate approach to these pathologies reduces the
risk of developing complications.
KEYWORDS: Osteoarticular infections, Septic arthritis,
Osteomyelitis, Pyomyositis, Staphylococcus aureus, Antibiotic therapy.
INTRODUCCIÓN
Las
infecciones osteoarticulares (IOA) son aquellas que involucran huesos y
articulaciones. Pueden manifestarse clínicamente como osteomielitis aguda (OM)
o artritis séptica (AS), las cuales representan verdaderas urgencias. (1,2)
Son patologías
infecciosas relativamente infrecuentes en la infancia, afectando generalmente a
niños menores de 5 años. Son difíciles de reconocer
en las fases precoces de la enfermedad, y en muchos casos plantean problemas
tanto en el diagnóstico como en el manejo terapéutico. Un diagnóstico tardío puede
favorecer la lesión tanto en el cartílago de crecimiento como en las
articulaciones, pudiendo ser causa de secuelas permanentes. (3) Pueden
provocar gran morbilidad, sobretodo, si el tratamiento inicial no es el
adecuado e incluso se presentan con hallazgos de bacteriemia o sepsis en
aproximadamente la mitad de los casos. (4)
En un 30% de los niños coexisten OM y
AS: osteoartritis, especialmente en las articulaciones de hombro y cadera por
la existencia de metáfisis intraarticular. Puede aparecer además, piomiositis (PM)
asociada, que complica el manejo de la IOA. (2)
Tanto en infecciones de piel como IOA el microorganismo más frecuentemente
implicado es el Staphylococcus aureus (S. aureus). En la década de los 90 surge una nueva cepa
asociada con meticilino resistencia y desde entonces se convirtió en una causa frecuente
de infecciones locales y sistémicas por gram
positivos en la población pediátrica. En el 2000 se denominó Staphylococcus
aureus meticilino resistente
adquirido en la comunidad (SAMR-AC). (5)
REPORTE DE CASO:
Se trata de preescolar
masculino de 3 años de edad, natural y procedente de los Teques, estado Miranda
quien inicia enfermedad actual 11 días previos a su ingreso, cuando posterior a
traumatismo tipo aplastamiento en miembro inferior izquierdo presentó aumento
de volumen, acompañado de dolor y limitación para la marcha, 9 días después se
asocia fiebre cuantificada en 39,5°C (2 episodios/día), acudiendo a las 48
horas siguientes a la emergencia Pediátrica del Hospital Universitario de
Caracas.
Examen
físico de ingreso: Peso: 13.7 kg,
Talla: 98 cm, Frecuencia cardíaca: 88 lpm, Frecuencia respiratoria: 24 rpm, Saturación
de oxígeno a/a: 100%, paciente en estables condiciones generales, afebril,
hidratado. Se evidenció aumento de volumen en miembro inferior izquierdo desde
1/3 proximal del muslo hasta región infrarotuliana con 2 cm de diferencia en
diámetro con respecto a extremidad contralateral, indurado, con signos de
flogosis; concomitante limitación para la marcha y dolor a la flexión y
extensión activa de dicha extremidad, con adopción de posición antálgica
caracterizada por flexión del muslo sobre el abdomen, choque rotuliano
presente. (Figura 1A). Los estudios
de laboratorios reportaron, glóbulos
blancos: 16.000 109/L, neutrófilos 80%, hemoglobina 11 g/dL, plaquetas 563. 000 mm3, proteína C reactiva (PCR): 6.0 mg/L. En la
radiografía de fémur y rodilla izquierda con proyección anteroposterior, se
observó edema de piel y partes blandas, ensanchamiento y aumento de densidad en
el espacio articular (Figura 1B). El
ecosonograma de piel y partes blandas de miembro inferior izquierdo reportó área de colección en cara interna de
tercio superior de muslo, con 8 ml de volumen, no fue posible realizar ecosonograma
articular.
Se ingresa al paciente
con diagnóstico de: Infección de piel y partes blandas: piomiositis de muslo
izquierdo, Infección osteoarticular aguda: osteomielitis aguda de fémur
izquierdo a descartar, artritis séptica de rodilla izquierda. Se indica
antibioticoterapia con ciprofloxacina (40mg/kg/día) y clindamicina
(40mg/kg/día) y analgesia intravenosa (I.V).
Se realizó artrotomía evacuadora y limpieza quirúrgica
de rodilla izquierda con hallazgo de 20 ml de líquido articular purulento;
limpieza quirúrgica de muslo izquierdo obteniéndose 200 ml de contenido
purulento no fétido (Figura 2); limpieza
y curetaje del canal endomedular. Se toman muestra para cultivo y antibiograma
de material purulento, periostio, cortical y canal endomedular. Posteriormente
realizan inmovilización con férula inguinopédica.
En la radiografía de
fémur y rodilla izquierda control con proyección anteroposterior y latera, se observó
aumento de volumen de partes blandas, heterogeneidad de la densidad mineral
ósea, con reacción perióstica asociada y ventana cortical en diáfisis distal de
fémur izquierdo. En la proyección lateral además se evidenció ensanchamiento
del espacio articular (Figura 3 A y B). A los 6 días posteriores al acto quirúrgico se recibieron resultados de laboratorios
control con glóbulos blancos 14.000 109/L, neutrófilos 60%,
hemoglobina 10.5 g/dL, plaquetas 400.000 mm3, proteína C reactiva (PCR) 3 mg/dL y velocidad de sedimentación globular (VSG) 60 mm/h. El cultivo de secreción de muslo izquierdo, fémur y líquido sinovial reportó
S. aureus sensible a ciprofloxacina,
gentamicina, linezolid, rifampicina, trimetropin/sulfametoxazol; resistente a
clindamicina, eritromicina, oxacilina. Ante resultados se omite clindamicina y se indica
trimetropin/sulfametoxazol 16 mg/kg/día cada 12 horas. Se cumplen 21 días de
tratamiento con ciprofloxacina I.V, observándose evolución clínica
satisfactoria por lo que se decide su egreso hospitalario. Se indicó dar
continuidad a tratamiento con ciprofloxacina y trimetropin sulfametoxazol vía
oral por cuatro semanas, control semanal de VSG, seguimiento por servicio de
Pediatría Médica, Pediatría Médica Infecciosa, Traumatología, Medicina Física y
Rehabilitación.
DISCUSION
El
término osteomielitis hace referencia a la infección que afecta el tejido óseo.
(1) Un
50% de los casos ocurren en los primeros 5 años de vida, es más común en el género
masculino y la localización más frecuente son los huesos largos de las
extremidades inferiores. En países desarrollados
se describe una incidencia de 10 a 80/100.000 niños. (1,3) Se clasifica en tres tipos teniendo en cuenta su
patogenia: OM hematógena: Es la
forma más frecuente de presentación en la infancia. En niños menores de 18 meses, las metáfisis están
vascularizadas a partir de vasos trans-epifisarios, que atraviesan las epífisis
llegando al espacio articular, lo que explica el mayor riesgo de desarrollar
una AS como complicación de una osteomielitis. OM secundaria a un foco contiguo de infección: después de un
traumatismo abierto, o secundario a una infección subyacente como celulitis. OM secundaria a insuficiencia vascular. (3)
En este caso presentado es un preescolar de 3 años del género
masculino que posterior a traumatismo contuso en miembro inferior izquierdo
desarrolló piomisitis, OM de fémur y AS de rodilla
izquierda.
El agente etiológico varía según la edad del paciente y
de la existencia de alguna patología de base. El S. aureus es el
patógeno más frecuente en todos los grupos de edad, siendo la causa del 70 al
90% de los casos. Entre otros gérmenes se
describen Escherichia coli, Streptococcus agalactiae, Streptococcus pyogenes, Streptococcus
pneumoniae, Kingella Kingae, Neisseria gonorrhoeae, Salmonella y otros bacilos gramnegativos.(3) En la década de
los 90 fueron reconocidos varios casos de SAMR-AC, identificando características
microbiológicas únicas (perfiles de genes de exotoxinas: leucocidina de
Panton-Valentine [PVL]) que inducen la lisis de los neutrófilos, así como
patrones de resistencia particulares que deben tenerse en cuenta a la hora de
iniciar el manejo antibiótico empírico.(1)
La clínica de OM
puede ser inespecífica. Recién nacidos y lactantes presentan irritabilidad,
rechazo del alimento, e inmovilidad. Las
manifestaciones clínicas asociadas con SAMR-AC son más agudas e incapacitantes.
En un estudio realizado por Bueno et al se encontró como principal manifestación
clínica el dolor (94% de los casos), seguido de impotencia funcional (90% de
los casos), y fiebre (72% de los casos). (1) Correlacional con el paciente
del caso clínico presentado, quien además de signos de flogosis, tuvo fiebre,
adopción de posición antálgica y limitación funcional.
El
diagnóstico de OM se basa en la sospecha clínica, buscando confirmación con pruebas de laboratorio donde hay elevación en
la VSG (muy sensible pero poco específica), que se normaliza a las 3-4 semanas; la PCR se eleva en
las primeras 8 horas y se normaliza a la semana de haber iniciado el tratamiento; leucocitosis
hasta en el 60% de los casos. (6) El diagnóstico microbiológico se logra en el 50-80% de los casos al
realizar hemocultivo y cultivo de tejido óseo. (3) En la radiografía,
la alteración del periostio e imágenes de osteólisis, aparecen entre los 10-21
días, con una sensibilidad
entre el 43% - 75% y especificidad entre el 75% - 83%. (3,7) La gammagrafía ósea es
la técnica más sensible para la detección de OM en las primeras 48-72 horas (sensibilidad 69% al
100%). (3,8) La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) presenta una elevada sensibilidad (88% – 100%) y especificidad (75% – 100%)
en el diagnóstico de la OM.(3,9) En el caso clínico presentado el paciente tuvo criterios clínicos, paraclínicos (leucocitosis
con neutrofilia, reactantes de fase aguda elevados) y radiológicos para OM.
En la OM es
obligatorio el inicio precoz de antibióticos, así como el establecer la necesidad
de drenaje quirúrgico. La terapia
antibiótica debería escogerse con base en el cultivo. Como el S.
aureus sigue desempeñando un importante papel etiológico, la elección
inicial del antibiótico debe orientarse al mismo tomando en cuenta su perfil de
resistencia.(1) En el caso
clínico descrito se inició antibioticoterapia con cobertura para S. aureus y se logró aislar mediante
cultivo de secreción de las estructuras afectadas SAMR-AC, ajustándose el
tratamiento.
La AS es la
infección bacteriana del espacio articular. Su incidencia es de 4
casos/100.000 niños al año, siendo más frecuente en varones y menores de 5 años,(3,10)
el compromiso es monoarticular hasta en un 90%
de los casos, y afecta, en orden de frecuencia: rodilla (35% - 40%), cadera
(25% - 30%), tobillo (13% - 15%), codo (10%) y hombro (5%).(1) La
vía más frecuente de llegada del germen a la articulación es la hematógena,
siendo en menor proporción por inoculación directa o contigüidad. La etiología de las AS es
superponible a las OM, considerando grupo etario. (3) Desde el
punto de vista de caracterización epidemiológica, el paciente presentado se
ajusta a lo descrito en la literatura.
El cuadro clínico
inicial suele ser inespecífico, con irritabilidad (especialmente en niños pequeños)
y fiebre. El dato más característico es el dolor, con postura antálgica,
rechazo de la movilización. En las articulaciones profundas, como la cadera, el
calor y la tumefacción no son apreciables. (10) En la hematología completa hay leucocitosis con desviación a la izquierda, aumento de PCR
y VSG.(3) Las características
bioquímicas y microbiológicas del líquido articular permiten orientar hacia la
etiología del proceso. (3) Siempre es
recomendable realizar hemocultivos aunque el rendimiento reportado sea bajo
(< 50%), y es inexcusable la no obtención de líquido articular para cultivo.
(10) En la
radiografía simple puede
objetivarse un aumento del espacio articular y de las partes blandas en la fase
aguda. La ecografía es de gran utilidad por su elevada
sensibilidad y accesibilidad; detecta el derrame articular en el 95% de los
casos.(1) Las manifestaciones clínicas (fiebre, signos de flogosis,
postura antálgica, limitación funcional, choque rotuliano), y el resultado de
estudios paraclínicos (elevación de los glóbulos blancos a expensas de
neutrófilos y de los reactantes de fas aguda, con hallazgos imagenológicos sugestivos
de AS) del paciente descrito en el caso clínico fueron compatibles con el
diagnóstico de AS de rodilla izquierda.
Existen dos aspectos claves en el tratamiento de la AS en los niños: el
primero de ellos es el tratamiento conservador del derrame articular mediante
artrocentesis evacuadora y lavado articular; el segundo hace referencia al
tratamiento antibiótico por I.V, seguidos de tratamiento por vía oral. La antibioterapia empírica
debe cubrir siempre S. aureus, así como los gérmenes
correspondientes al grupo etario. (10)
En caso de sospechar SARM-AC se podría administrar
clindamicina (según la sensibilidad local a este antibiótico) y valorar asociar
rifampicina, ambos generalmente, con buena actividad frente al SARM-AC. En los
casos más graves, con cuadros sépticos o tromboflebitis, se debería utilizar un
glucopéptido o linezolid. En las infecciones por SARM-AC
y por el S. aureus productor de LPV, no deberían recibir tratamientos I.V
cortos, sino prolongar la antibioterapia durante 10 a 14 días. (10) En vista de
las complicaciones presentadas por el paciente, se procedió a realizar una
artrocentesis, recibiendo además antibioticoterapia antiestafilococcica
intravenosa ajustada posteriormente a resultado de cultivo y antibiograma por
21 días, continuando posteriormente con tratamiento vía oral durante 4 semanas.
La piomiositis (PM) es una infección bacteriana de la musculatura
esquelética.
Es común en países tropicales
y su incidencia es de 1 caso por cada 2.000 habitantes. (11,5) En niños es más frecuente entre los 2-5 años y en
el género masculino. (11) El 95% de la etiología es por
el S. aureus, también
puede producirse por estreptococos y bacilos Gram negativos. Los músculos más
comúnmente afectados son los de extremidades y tronco. (12) Se clasifica como primaria cuando se
produce por diseminación hematógena o secundaria
cuando se produce por infección de un sitio adyacente. (13) El caso clínico
descrito se ajusta a lo referido en la literatura en cuanto a la edad, género,
gérmen causal y localización se refiere.
La expresión clínica de la PM puede ir desde un cuadro de
dolor muscular y fiebre, hasta un estado séptico. La lesión es habitualmente dolorosa a la palpación. (12,13)
En los estudios de
laboratorio puede haber leucocitosis y existe elevación de la PCR y la VSG. Coincidiendo
con el caso del paciente presentado. El hemocultivo es positivo en el 5% - 30%
de los casos, y el cultivo del exudado aporta un diagnóstico etiológico y ayuda a dirigir la terapia antibiótica. (14) La ecografía es inespecífica en estadios
iniciales, pudiéndose observar edema y abscesos. La tomografía computarizada (TC)
muestra un aumento del tamaño de la musculatura afectada. En caso de que
existan abscesos, éstos aparecen como áreas hipointensas. La técnica de
elección para el diagnóstico de la piomiositis es la resonancia
magnética nuclear (RMN). (14) A pesar de que no pudo realizarse el estudio de
elección para piomiositis como lo es la RMN, los datos clínicos (fiebre,
aumento de volumen, dolor) y los resultados de estudios de laboratorio
(leucocitosis con desviación a la izquierda, PCR y VSG elevadas) y de
ultrasonido, permitieron realizar el diagnóstico del paciente del caso clínico.
El esquema antibiótico empírico inicial, debe asegurar la cobertura para el S. aureus, y posteriormente ajustarse de acuerdo con la sensibilidad del microorganismo aislado.(15)
Las complicaciones posteriores
a IOA con un diagnóstico precoz,
oscilan entre el 5% - 10%, siendo más frecuentes en infecciones por SARM-AC. En
países subdesarrollados, las secuelas pueden ser hasta de 30%.(16) Complicaciones regionales: extensión del foco primario a tejidos adyacentes,
pudiendo desarrollar absceso subperióstico, PM, AS, osteoartritis, trombosis. (2,17).
Complicaciones sistémicas cuadros
sépticos de gravedad. Es frecuente el compromiso pulmonar
infeccioso de tipo neumonía en los pacientes pediátricos. (17) En relación con
el caso clínico, el paciente presentó extensión del foco primario de infección
a estructuras circundantes; en este particular hay que tomar en cuenta los días
de evolución de la enfermedad hasta su asistencia al hospital. No se encontró
bibliografía con reporte del porcentaje de pacientes que pueden desarrollar a la vez OM, AS y PM, sin embargo
las publicaciones que documentan casos similares presentan pacientes del género
masculino con afección de estructuras grandes, tal es el caso de Ruiz,
et al quienes reportaron el caso de un
escolar masculino de 10 años con diagnóstico de PM del musculo obturado interno
izquierdo que posteriormente desarrolló AS de cadera y OM del acetábulo (18), y
Pérez, et al, quienes presentan el
caso de un escolar masculino de 9 años con diagnóstico de AS de rodilla
izquierda y tobillo derecho, y OM de cadera, fémur y tibia izquierda, peroné
derecho y sínfisis púbica. (19)
CONCLUSIONES
El
diagnóstico de las IOA y musculoesqueléticas pueden representar un verdadero
desafío en niños, en quienes la clínica suele ser inespecífica y de no ser
tratadas a tiempo pueden originar secuelas permanentes. Es muy importante
considerar que en menores de 18 meses, las metáfisis están vascularizadas a
partir de vasos trans-epifisarios, llegando al espacio articular, por tal motivo
existe mayor riesgo de desarrollar AS aguda como complicación de OM. En niños
mayores pueden afectarse a la vez tejidos blandos, huesos y articulaciones por
un mecanismo de contigüidad.
El incremento de las
infecciones por SARM-AC en niños sin factores de riesgo; así como también
infecciones graves causadas por cepas productoras de LPV, revisten especial
importancia, dado que se vincula a afectación multifocal, peor evolución
clínica y mayor número de complicaciones. El
abordaje oportuno y adecuado de estas
patologías disminuye el riesgo de desarrollar complicaciones, por lo que
en este sentido se decidió iniciar antibioticoterapia
empírica con ciprofloxacina I.V y clindamicina I.V y luego en base a resultado
de cultivo esta última se omitió y se indicó trimetropin-sulfametoxazol,
observándose evolución clínica satisfactoria tras 21 días
de tratamiento por lo que se decidió egresar con ciprofloxacina y trimetropin sulfametoxazol vía oral por cuatro semanas,
control semanal de VSG y seguimiento interdisciplinario.
REFERENCIAS
1De
la peña I, Gallón L, Mendoza L. Infecciones osteoarticulares en la infancia:
revisión actual de la patología, diagnóstico y tratamiento. Sociedad Colombiana
de Pediatría. Curso continuo de actualización en pediatría. 2016; 15(2).
2Rubio A. Rojo P. Osteomielitis y artritis séptica. Pediatr Integral 2018; XXII (7): 316 – 32.
3Hernández
T, Zarzoso S, Navarro M, Santos M, González F, Saavedra J. Osteomielitis y
artritis séptica. Protocolos diagnóstico-terapéuticos de la AEP: Infectología
pediátrica. Asociación Española de Pediatría; 2011. [acceso 16 de enero de 2020].
Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/osteomielitis.pdf
4Highton
E, Pérez M, Cedillo C, Sormani M, Mussini M, Isasmendi A, et al. Infecciones
osteoarticulares en un hospital pediátrico de alta complejidad: epidemiología y
características clínicas asociadas con bacteriemia. Arch
Argent Pediatr. 2018; 116(2):e204-e209.
5Martín
M, García C, Gutiérrez M, Gutiérrez M, Fernández M, González J, et al. Piomiositis: una revisión
retrospectiva en un hospital terciario del norte de España. Enferm Infecc
Microbiol Clin. 2006; 24(3):173–7.
6Leotau M,
Villamizar H. osteomielitis: una revisión de la literatura. Revista centro de estudios en salud. 2010; 1(12): 135-145.
7Mateo
L. Técnicas de imagen en infección musculoesquelética. Semin Fund Esp Reumatol. 2013; 14(2):51–59.
8Bueno M, Ruiz M, Ramos T,
Soto V, Bueno A, Lorente M. Osteomielitis aguda: epidemiología, manifestaciones
clínicas, diagnóstico y tratamiento. An
Pediatr (Barc). 2013; 78(6):367-373.
9Saborido
C, Blanco P, Rodríguez M, Ruibal M, Sucasas. Osteomielitis: estudio y diagnóstico de sospecha por RM. Sociedad
Española de Radiología Médica. [acceso 15 de enero de
2020]. Disponible en: https://posterng.netkey.at/esr/viewing/index.php?module=viewing_poster&task=&pi=113334
10Calvo
C, Saavedra J. El tratamiento de la artritis séptica. An pediatr contin. 2014; 12(6):325-9
11Valle
J, Bolaños C. Piomiositis. Revista
Médica de Costa Rica y Centroamerica LXXI. 2015; (617):
781-785.
12Saavedra J, Santos M, González F, Hernández T,
Navarro M. Infecciones bacterianas de la piel y
tejidos blandos. Protocolos diagnóstico-terapéuticos de la AEP: infectología
pediátrica. Asociación Española de Pediatría; 2011. [acceso 15 de enero de 2020].
Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/piel.pdf
13Cavagnaro F, Rodríguez J, Arancibia M, Walker B, Espinoza A.
Piomiositis en niños: Reporte de 2 casos. Rev Chilena Infectol. 2013; 30 (1):
81-85
14Canals F,
Fuentes M, Linares A, Beneyto M, Vargas F. Piomiositis con sacroileítis
asociada. Acta Pediatr Esp. 2014; 72(9): e321-e327.
15D’Antonio F, Arias A,
Jaureguizar M, Castagnotti I, Gómez L, Sapia E, et al. Piomiositis
bilateral de muslo por Staphylococcus
aureus meticilino resistente proveniente de la comunidad. Arch Argent Pediatr. 2014; 112(6): e273-e276
16López M, Salas R. Trombosis venosa profunda asociado a
osteomielitis aguda. Salus. 2017; 21(1).
17Gómez S, Sosa C. Una visión actualizada sobre factores de riesgo
y complicaciones de la osteomielitis pediátrica. Rev Cubana
Pediatr. 2016; 88(4): 463-482.
18Rui A,
Hiromichi Y. Pyomyositis of the obturator internus muscle
extending to septic arthritis of the hip in a child: a case report. Journal of
Pediatric Orthopedics B. 2014; 23(1).
19Pérez A, Pons M, Padilla E, Marimón I.
Infección osteoarticular multifocal por Staphylococcus aureus: cuando la
resistencia a los antibióticos no es el problema. Enferm
Infecc Microbiol Clin.
2008; 26(9):597-602.
Figura 1B: Radiografía
de Fémur y rodilla izquierda AP: se observa aumento de volumen de partes blandas, asociado a edema.
Ensanchamiento y aumento de densidad del espacio articular de la rodilla
sugestivo de derrame. Figura 1A: Aumento de volumen en miembro inferior
izquierdo desde 1/3 proximal del muslo hasta región
infrarotuliana, diferencia en diámetro en relación con extremidad
contralateral, y adopción de posición antálgica. B A
Figura 2. Limpieza quirúrgica de muslo izquierdo con
evidencia de contenido purulento.
B A
Figura 3. Radiografías
de fémur izquierdo AP (A) y fémur y rodilla izquierda lateral (B)
postquirúrgicas. Aumento de
volumen de partes blandas, heterogeneidad de la densidad mineral ósea en
diáfisis y epífisis distal, con reacción perióstica asociada y ventana
cortical en diáfisis distal de fémur. En la proyección lateral además se
evidencia ensanchamiento del espacio articular