Los primeros 1000 días de vida, una ventana de oportunidad en la prevención del retardo de crecimiento

Autores/as

DOI:

https://doi.org/10.54624/2023.36.1.001

Palabras clave:

Insuficiencia de Crecimiento, Desnutrición, Desarrollo Infantil, Nutrición Materna, Acceso a Alimentos Saludables

Resumen

El crecimiento de los niños es motivo de gran preocupación, por las altas cifras de retardo de crecimiento en los niños menores de cinco años, que es motivo de discusión en el ámbito internacional y nacional, debido a las implicaciones en el futuro biológico y psicológico del niño que lo padece desde temprana edad. El retardo del crecimiento y otras formas de desnutrición en las primeras etapas de la vida también pueden predisponer a tener sobrepeso y a desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles más adelante. Se estima que en el mundo existe 120.000.000 de niños con retardo de crecimiento. Sin embargo, se han emprendido muchas acciones para tratar de reducir lo que algunos no han dudado en llamar la epidemia de este siglo, pero sus resultados no han sido exitosos, debido a sus complejidades. No se trata solamente de la falta de alimentos, sino que en su génesis concurren una serie de factores nutricionales y no nutricionales que dificultan su abordaje. Insistir en su solución, es cada vez más perentorio, porque se ha determinado que también afecta el desarrollo funcional y cognitivo del niño, por lo tanto, un porcentaje de estos, van a tener déficits en su desarrollo cogniti- vo, retardo en su desarrollo escolar y por supuesto, no llegan a ser hombres con un desarrollo humano integral. Además, del impacto que tiene en la sociedad, pues se considera que el retardo en el crecimiento puede causar una pérdida en el PIB de aproximadamente un 10%. Entre los factores que contribuyen con la alta incidencia del retardo de crecimiento, destacan la nutrición de la madre, antes, durante y post embarazo, la talla materna, la edad de la madre, las patologías asociadas al em- barazo y las deficiencias nutricionales de la madre durante la gestación, fallas en la lactancia materna durante los primeros seis meses, así como, en la alimentación complementaria. Por otra parte, la relación bidireccional entre la malnutrición y las enfermedades infecciosas crea un círculo vicioso que puede romperse, en la medida, que se inviertan recursos en estudios que evalúen los posibles impactos a largo plazo de estos círculos viciosos. Se ha señalado, que es imprescindible, desarrollar nuevas tecnologías para evaluar las deficiencias de macronutrientes y micronutrientes y analizar en estudios epide- miológicos el estado nutricional y los determinantes de enfermedades infecciosas, que permitan el desarro- llo de intervenciones nutricionales personalizadas, basadas en diagnósticos moleculares, de biomarcadores y metabolómicos. Así como también, evaluar el impacto y la rentabilidad de las intervenciones, incluidos los suplementos nutricionales, los antimicrobianos beneficiosos para la microbiota, las vacunas y la acción sobre los determinantes sociales.

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Publicado

2024-07-02

Cómo citar

Landaeta-Jiménez, M. (2024). Los primeros 1000 días de vida, una ventana de oportunidad en la prevención del retardo de crecimiento. Anales Venezolanos De Nutrición, 36(1), 1–2. https://doi.org/10.54624/2023.36.1.001

Número

Sección

Editorial