Reactivación del sistema alimentario venezolano para que los niños vuelvan a sonreír

Autores/as

  • Andrés Carmona Fundación Bengoa

DOI:

https://doi.org/10.54624/2022.35.2.001

Palabras clave:

Sistema Alimentario, Salarios y Beneficios, Desnutrición, Pobreza, Factores Socioeconómicos, Venezuela

Resumen

La relación entre el costo de la Canasta Normativa de alimentos y el monto del salario mínimo ha sido variable en Venezuela. De acuerdo a las estadísticas que se manejaban en el Consejo Nacional de la Alimentación (1995-2002), durante el lapso 1990-1999 el salario mínimo se mantuvo por debajo del valor de la canasta, generalmente con una diferencia entre ellos de 10-20%. Entre 1995 y 1997, período de aplicación de la llamada Agenda Venezuela, dicha diferencia aumentó apreciablemente, y el salario mínimo sólo cubría el 40-50% del costo de la canasta. Hacía el final de la década, el salario mínimo se acercó de nuevo al precio de la canasta. En el bienio 2000-2002, por primera vez en mucho tiempo, el salario mínimo superó, ligeramente, el costo del conjunto básico de alimentos necesarios para alimentar a una familia de 5 miembros. Durante la primera década de Siglo XXI, un período de abundantes ingresos petroleros, se intentó mantener la paridad entre ambos indicadores y temporalmente aumentó el acceso físico y económico a los alimentos. El Ingreso familiar medio, donde por lo menos dos miembros de una familia tenían empleo, hacía que ésta pudiera cubrir sus necesidades básicas, aunque sin capacidad para ahorrar o asumir gastos exagerados. La inestabilidad política causada por las reformas gubernamentales, como por ejemplo la aprobación de la ley de tierras, provocó que, progresivamente, esa relación se fuera deteriorando y el aporte del salario dejó de satisfacer las necesidades de alimentación del grupo familiar. La implementación de drásticas medidas económicas, como un estricto control de cambio y la inseguridad jurídica derivada de la invasión y expropiación de predios agrícolas y pecuarios, industrias y edificaciones habitacionales, afectaron a los principales sectores productivos del país. Con ello, no sólo el costo de los alimentos se elevó desmesuradamente, sino que atravesamos un largo período de escasez de alimentos y otros productos básicos. La distorsión entre la oferta y la demanda y la política de control de precios condujo a la aparición de largas colas frente a las bodegas y supermercados, el acaparamiento de productos de primera necesidad y el mercado negro donde se adoptó el dólar estadounidense como moneda de tasación, frente a la galopante devaluación del bolívar que ha conducido a tres reconversiones monetarias. En consecuencia, el costo de la canasta de alimentos básicos acompañó a la espiral inflacionaria, mientras el salario mínimo cayó a montos irrisorios, incapaces de cubrir las necesidades básicas de la población, no sólo en lo tocante a la alimentación, sino también a la salud, vivienda, vestido y transporte.

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Publicado

2024-07-01

Cómo citar

Carmona, A. (2024). Reactivación del sistema alimentario venezolano para que los niños vuelvan a sonreír. Anales Venezolanos De Nutrición, 35(2), 77–80. https://doi.org/10.54624/2022.35.2.001

Número

Sección

Editorial