PODER, FANTASÍA NEOLIBERAL Y TELECOMUNICACIÓN

Abstract

El campo de las telecomunicaciones se encuentra en una etapa crucial. Con la aparición y consolidación de la telefonía móvil celular, el desarrollo y expansión del sistema de televisión por cable, la anunciada próxima puesta en práctica de los video teléfonos, la utilización de la fibra óptica como elemento multiportador de información, la creciente red de satélites, etc., se avizoran cambios radicales y profundos dentro de esta área tanto a nivel nacional como internacional. El desarrollo de nuevas tecnologías ha generado cambios estratégicos a nivel de la conformación de las empresas del sector. Una de las características centrales de estos cambios que acontecen en la actualidad, está constituida por las grandes concentraciones de capital que se están reuniendo a través de múltiples empresas del sector telecomunicaciones, las cuales se diluyen como macro empresas para dar paso a inmensas corporaciones que intentan acaparar absolutamente el mercado mencionado. Cuando revisamos el panorama internacional, observamos un ejemplo significativo que podría ilustrar perfectamente tal situación. Nos referimos a la expectativa generada dentro del medio telecomunicativo, por la noticia que planteaba la creación de un nuevo holding de empresas multimedia, en el cual se reunían las poderosas compañías Bell Atlantic y la T.L.C. (1). Efectivamente, la fusión que estuvieron a punto de realizar John C. Malone y Raymond W. Smith de sus respectivas empresas (una de televisión por cable, la otra de telefonía) les hubiese permitido crear una corporación de proporciones inimaginables, no sólo por la cuantiosa inversión económica planteada, la cual se había calculado en veintidós billones de dólares (convirtiéndola en la sexta compañía más grande del mundo), sino por las repercusiones que traería esta unión a nivel del desarrollo tecnológico-comunicativo. Dicho desarrollo se sustentaba en la combinación de sistemas electrónicos altamente sofisticados por parte de ambas empresas. Estas relaciones mancomunadas en las cuales las empresas sintetizan sus investigaciones y avances tecnológicos con empresas del sector telecomunicaciones, pero de otra rama distinta a la desarrollada por ella, se les denomina "servicios interactivos". Este tipo de reunión, o mejor dicho, esta fusión de industrias de la telecomunicación, hasta el momento no se habían presentado. La fragmentación dentro del campo de las telecomunicaciones era una constante que de pronto se interrumpe por estas billonarias inversiones, las cuales traerán nuevas asociaciones que se constituirán como empresas multimedia de proporciones astronómicas en cuanto a las inversiones realizadas y, sobre todo, a las posibilidades de desarrollo tecnológico y el mercadeo respectivo que estos servicios van a generar