La investigación como discurso en la transformación universitaria

Abstract

El presente estudio se enmarca en el efecto que tuvo la investigación discursivamente institucionalizada en la transformación del sistema universitario en el Ecuador como consecuencia del Mandato Constituyente 14 y sus acciones posteriores durante la década del gobierno de la revolución ciudadana de Rafael Correa. En este marco de referencia, la investigación como proceso y producto académico se configura como un dispositivo de cambio que confrontó la cotidianidad de las comunidades universitarias activando sus dinámicas de resistencias. El objetivo del estudio fue establecer las estrategias discursivas que toma el discurso de resistencia de la investigación durante el desarrollo de un proceso de transformación universitaria. Partí de tres supuestos centrales: (i) las actitudes de resistencia hacia la investigación se forman dialógicamente, mediante la construcción o adopción de estrategias discursivas que impulsan o detienen el cambio, produciendo la adherencia de las personas a un significado que, en este caso, terminan por definir la relación que tiene el docente con la investigación; (ii) resistir a través del discurso protege una identidad, pero también la pone en riesgo, demostrando que existe una relación sistémica e indisoluble entre discurso y materia; (iii) la resistencia que genera el cambio conceptual y su posterior resignificación es un producto performativo. Las teorías de referencia en la investigación fueron: la Lingüística Sistémica Funcional de Halliday, la teoría de la valoración de Martin y White, el modelo de institucionalismo discursivo de Vivian Schmidt, el realismo agencial de Karen Barad, la visión performativa de Judith Butler y la concepción posestructuralista de la resistencias que comparten como ontología la visión de Michael Foucault para darle sentido a las de resistencias cotidianas, no invasivas y constructivas. El diseño de la investigación fue mixto y respondió a los principios de complementariedad metodológica operacionalizada en dos fases. En la primera, se realizó un análisis temático del discurso institucionalizado mediante análisis lexicométrico y valoración de clúster. La fase dos, fue cualitativa. Se caracterizó por identificar las marcas de resistencias frente a la investigación discursivamente institucionalizada mediante análisis lexicométrico y luego, la información derivada de los clústeres, se sometió a un proceso de análisis microtextual desde la teoría de la valoración. Los resultados del estudio se orientan en dos sentidos, que a continuación comento: (i) los contenidos temáticos que dan significado a la investigación en el discurso institucionalizado, operacionalizados en 10 temas o programas estos fueron los siguientes: la calidad como componente transversal de las funciones sustantivas de la universidad, el sistema de la investigación como aliada del desarrollo del Estado ecuatoriano, el nacimiento de la investigación responsable, la garantía del financiamiento de la investigación, ética y libertad de la investigación, control estatal de los procesos de investigación, la formación como derecho, incrementar las competencias académicas y de investigación de la universidad, la promoción de las obras de relevancias para incrementar el posicionamiento de la academia ecuatoriana, institucionalizar la carrera del investigador, y el acercamiento a los procesos de ciencia abierta. (ii) las resistencias que despertó el discurso institucionalizado. Puntualmente se generó una taxonomía de resistencias organizadas de la siguiente manera: resistencias de orden socioafectivo, de autoafirmación, en la organización, en la interacción, resistencias vinculadas al campo estratégico, al sentido de la investigación y finalmente, las resistencias vinculadas a la autoridad. Los resultados nos demuestran que la resistencia se activó para preservar la identidad del docente ante la asimetría percibida por el discurso institucionalizado. En este sentido, no hubo negación a transformar la investigación, la resistencia se despierta ante la percepción de su desaparición sin derecho a réplica. Adicional a ello, se activó una polarización ideológica que produjo representaciones adversativas de la investigación con el poder de condenar a los márgenes a la población docente sin competencias para investigar. La resistencia se fue gestando como una voz que progresivamente tomó fuerza para ser escuchada por un nuevo sistema de gobierno que terminó por cambiar los procesos de valoración de la investigación dentro de la vida universitaria, mediante un nuevo modelo de evaluación que, además de valorar los productos, toma en cuenta a la persona y sus procesos de consolidación de competencias en el marco de una mejora continua en favor de asegurar la calidad. Estas dinámicas de resistencias contribuyeron a generar giros en la producción de nuevos contratos sociales respecto al modo de vivir la universidad, ya que el sentir de las universidades que empezaron ocupando la periferia, fueron escuchadas e integradas en la nueva geometría de toma de decisiones.