Modelo sedimentológico del Flysch eoceno de la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, Venezuela

Abstract

La Isla de Margarita cuenta con dos secciones estratigráficas de edad Eoceno, la Formación Pampatar y el Grupo Punta Carnero, las cuales han sido estudiadas por distintos autores, destacando MUÑOZ (1973), CAMPOS & GUZMÁN (2002) y CONTRERAS (2002). Estos depósitos han sido definidos en estos trabajos como una secuencia tipo Flysch, debido a sus características de intercalaciones rítmicas y su contenido fósil y litológico, típico de turbiditas; aflorando al sureste de la Isla de Margarita, en las cercanías de las poblaciones de Pampatar, Las Bermúdez-El Manglillo, La Isleta y Punta Mosquito. A pesar de existir estudios previos, no existe un trabajo que explique la configuración de estos depósitos dentro de un modelo que permita entender a profundidad sus procesos depositacionales. Es por ello, que se llevó a cabo un estudio que tiene como objetivo recopilar toda la información de autores y columnas estratigráficas preexistentes de la zona de estudio, y compararlas para definir unidades litológicas, determinar las facies sedimentarias y sus respectivas asociaciones, generando así un modelo sedimentológico del Flysch de edad Eoceno de la Isla de Margarita. Con base en las comparaciones de las columnas estratigráficas, se definieron 7 unidades informales, entre las secciones de la Formación Pampatar (Punta Gorda y Punta Moreno) y el Grupo Punta Carnero; las cuales coinciden entre los principales autores utilizados para este estudio (MUÑOZ, 1973; CAMPOS & GUZMÁN, 2002; CONTRERAS, 2002). Dentro de estas unidades, se definieron 11 facies sedimentarias tomando en cuenta los modelos de facies de MUTTI & LUCCHI (1972) y PICKERING et al. (1986). Las asociaciones de facies se realizaron principalmente a partir de los flujos gravitacionales de sedimento definidos por MIDDLETON & HAMPTON (1973, 1976) en conjunto con los estudios actualizados de SHANMUGAM (2021). En este caso, se detectó un predominio de flujos de detritos (arcillosos y arenosos), corrientes de fondo y flujos turbulentos (corrientes turbidíticas), y en menor proporción, flujos de granos y evidencias de flujos fluidizados. Los depósitos generados por estos flujos definen asociaciones que van desde zonas de la plataforma exterior y el talud, hasta zonas de la llanura de cuenca. En la base de ambas secciones estratigráficas (Formación Pampatar y Grupo Punta Carnero), fue posible identificar, por primera vez, lo que se conoce actualmente como "depósitos de transporte de masa" (MTD), los cuales abarcan flujos de detritos, deslizamientos y slumps, a través de un proceso continuo intergradacional (POSAMENTIER & MARTINSEN, 2011). Estas secuencias se presentan como cuerpos litológicos de poca continuidad lateral embebidos dentro de una matriz arcillo-arenosa, representando un 30% de la Formación Pampatar y un 40% del Grupo Punta Carnero. La morfología de los MTD puede ser muy variada, llegando a comportarse como abanicos submarinos, canales, lóbulos y comúnmente con forma de "lengua". Se definieron dos (2) depósitos carbonáticos representativos en el Grupo Punta Carnero (C1, inicio de la Formación El Dátil; y C2, Formación Punta Mosquito), los cuales presentan foraminíferos bentónicos grandes y algas rojas, y foraminíferos planctónicos. El contenido fósil y las evidencias de retrabajo, indican que estos carbonatos se comportaron como bioclastos, exhibiendo estructuras típicas de la secuencia BOUMA habiendo sido depositados por corrientes turbidíticas. Dentro de estos depósitos principalmente carbonáticos, se detectó siempre la presencia de depósitos de transporte de masa, siendo una evidencia directa de la capacidad que tienen los MTD de transportar, en este caso, sedimentos desde zonas de la plataforma exterior y el talud superior, donde se encontraban carbonatos típicos de plataforma, hasta zonas de la cuenca que superan los 2000 m de profundidad (icnofacies Nereites). El modelo, se dividió en cuatro etapas, que van desde las edades Eoceno Medio hasta el Eoceno Superior, revelando que las rocas del Flysch se depositaron en un sistema inicialmente dominado por grandes depósitos de transporte de masa (MTD) que, posteriormente, hacia el suroeste, continuó con carbonatos de plataforma continental, hemipelagitas y pelagitas en zonas distales, marino profundo, dominadas por corrientes de fondo y corrientes turbidíticas (Grupo Punta Carnero); y al noreste, depósitos canalizados dentro de un abanico submarino progradante, con poca presencia de carbonatos, generados principalmente por corrientes turbidíticas, flujos de granos y posiblemente flujos de detritos arenosos (Formación Pampatar).